Por las Bravas Tierras de Santander, con un Nuevo Navío; Abril 2014
near Berlín, Santander (Republic of Colombia)
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Trail photos
Itinerary description
Me bastaron cuatro lunas para arañar la dicha, con mi nuevo y albo navío rumbo a Berlín, no ese famoso de Alemania, sino aquel lúgubre cruce, donde muchos anhelan libertad. La mía nace fuerte y pedaleo por áridas y hermosas tierras, aunque no es fácil, pues en una tarde sólo recorro menos de 30 kilómetros, llegando a Hato con el cansancio como sabor constante en la boca.
Con el alba del día siguiente, un desayuno para recordar en la tienda Gales, por las ñapas de la Señora que no quería que me fuera y sí quería que engordara más de lo que ya estaba, me voy imitando el curso del Suarez, hacia el norte donde tierras más secas y de un clima que llamaba la sed a la mesa, me cobijaría hasta Galán. En un momento me detenía y lo único de agua que veía era la de un estanque lamoso donde ni el ganado se atrevía a beber y el aroma aceitoso de una omnipresente planta, me tenía al borde del colapso gástrico.
Pedaleaba 100 metros, debía detenerme 10 minutos. Logro llegar a Galán en un medio día infernal. Su iglesia me impresiona por sus racimos de uva entre sus naves laterales y entre los cuartos de osarios. Me esperaba un mejor clima pero un ascenso más escabroso. Llego a Guane cuando el reloj da las siete campanadas y una noche fresca alivia ese tormento que espanta el ánimo y lo golpea. Luego de entrar a esa pequeña capilla sigo hasta Barichara, el pueblo más lindo de Colombia. Su catedral y su mirador me esperaban para allí pasar la noche en mi carpa y tener por sala de estar, la vista más fastuosa.
La vía a San Gil fue tan monótona como imperceptible, aunque uno que otro paisaje me agradaba. Santander, tierra mágica, bella pero dura a la vez.
Con el alba del día siguiente, un desayuno para recordar en la tienda Gales, por las ñapas de la Señora que no quería que me fuera y sí quería que engordara más de lo que ya estaba, me voy imitando el curso del Suarez, hacia el norte donde tierras más secas y de un clima que llamaba la sed a la mesa, me cobijaría hasta Galán. En un momento me detenía y lo único de agua que veía era la de un estanque lamoso donde ni el ganado se atrevía a beber y el aroma aceitoso de una omnipresente planta, me tenía al borde del colapso gástrico.
Pedaleaba 100 metros, debía detenerme 10 minutos. Logro llegar a Galán en un medio día infernal. Su iglesia me impresiona por sus racimos de uva entre sus naves laterales y entre los cuartos de osarios. Me esperaba un mejor clima pero un ascenso más escabroso. Llego a Guane cuando el reloj da las siete campanadas y una noche fresca alivia ese tormento que espanta el ánimo y lo golpea. Luego de entrar a esa pequeña capilla sigo hasta Barichara, el pueblo más lindo de Colombia. Su catedral y su mirador me esperaban para allí pasar la noche en mi carpa y tener por sala de estar, la vista más fastuosa.
La vía a San Gil fue tan monótona como imperceptible, aunque uno que otro paisaje me agradaba. Santander, tierra mágica, bella pero dura a la vez.
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Comments (2)
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Que ruta tan poderosa, por esas bellas tierras de Santander, el calor en estas tierras bajas es infernal, pero los paisajes son de otro mundo, que buen trazado Merius felicitaciones, definitivamente había que compartir esta fabulosa aventura a pedal.
Hola amigo, tenía mis dudas en subir esta ruta así o grabarla manualmente, porque la verdad el dispositivo falló mucho al marcar con exactitud el camino. Sin embargo, la dejo con el track original y espero que si alguien la siga, lo haga con el sentido común, porque no está muy exacta. La verdad fue una experiencia inigualable, porque nunca había tenido una bicicleta nueva y la estrené de esta manera.