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De Pamplona a Vilviestre del Pinar (Burgos) en 4 Etapas

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Trail stats

Distance
189.98 mi
Elevation gain
11,168 ft
Technical difficulty
Moderate
Elevation loss
8,898 ft
Max elevation
4,430 ft
TrailRank 
21
Min elevation
855 ft
Trail type
One Way
Time
3 days 3 hours 27 minutes
Coordinates
17355
Uploaded
September 22, 2022
Recorded
July 2022
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near Berriozar, Navarra (España)

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Itinerary description

¡Bienvenido a la aventura ciclista de cuatro días desde Pamplona hasta un pequeño pueblo de la provincia de Burgos! Donde nos dispoinemos a pasar unos dias en la casa rural de dicha localidad.
Prepárate para una emocionante primera etapa de 104 km desde Pamplona hasta Valtierra.

Comenzamos temprano, a las 8 de la mañana, con la intención de evitar el calor. Desafortunadamente, el pronóstico del tiempo no estaba equivocado, y el calor nos golpeó fuerte. Comenzamos en dirección a Zizur, buscando el Camino de Santiago. Después de unos kilómetros y antes de comenzar a subir el Monte del Perdón, dejamos el camino para seguir la Eurovelo 1, la otra gran vía que cruza Navarra.

Rodeamos el monte del Perdón por la parte Este, dirección sur, pasando por Esparza, Subiza, Biurrun, y otros pueblos. Aunque la subida es ligera, es constante. Una vez que superamos este primer tramo, nos dirigimos a Tirapu, donde comienza la parte más dura de la etapa, con los primeros repechos duros del día. A pesar de estar cargados con lo necesario para los cuatro días de ruta, superamos esta parte sin mayores problemas.

En los primeros 60 km, encontramos tres zonas de subidas que van bajando de desnivel y altura cuando más al sur nos encontramos. La primera es al salir de Pamplona, la segunda es en la zona de Tirapu, y la última antes de llegar a la zona de Falces. Luego, continuamos hacia Artajona, donde paramos en un bar para reponer energía. Recomiendo reponer agua aquí, porque ya no es posible encontrarla en muchos kilómetros.

Desde este punto y durante muchos kilómetros, desaparece la civilización, y solo vemos campos cosechados y una interminable pista que deberemos seguir mientras contemplamos las vistas de esos parajes. Al final de este tramo, afrontamos la última subida de la etapa, que no es muy larga y se supera fácil. Después de un descenso, nos encontramos en tierras de regadío, que debemos atravesar hasta llegar a Marcilla.

En Marcilla, busco un lugar donde comer y reponer líquidos, cerca del castillo de la ciudad. Encuentro varios bares, y decido elegir el que tiene más gente con ropa de trabajo en su terraza, lo que suele ser una garantía de que se come bien y barato. Una vez repuesto, continúo la ruta, atravesando campos de regadío que me refrescan con los aspersores que se cuelan en el camino.

Al final de la pista que atraviesa estos campos, nos encontramos con el tramo más peligroso de la etapa de hoy, que es salir a la carretera nacional en un tramo de puente sin arcenes entre Marcilla y Villafranca. Superado este punto, volvemos a encontrar pistas que nos llevarán a bordear el Río Ebro por un camino balizado que debemos seguir durante varios kilómetros. Encontré varios tramos en obras que superé sin problemas.

Al cruzar el puente por donde pasa la carretera Nacional, nos adentramos de nuevo en campos cultivados que me llevan, trazando unas especie de zetas que me llevaran a Valtierra final de esta primera etapa.
Me aloje en un hostel de de la localidad. Tienen servicio de guada bicis. Algo que debeis preguntar antes de reservar ya que no en todos los sitios te dejan o no tienen un lugar donde tener la bicicleta a buen resguardo.

Etapa 2
¡Segunda etapa de mi aventura en bicicleta! En esta ocasión, el reto consiste en recorrer 75 km desde Valtierra hasta Matalebreras.
La etapa comenzó temprano, a las 7 de la mañana, para evitar el fuerte calor del día anterior, y decidí salir una hora antes para cubrir más distancia.

Salí de Valtierra y pasé por la población de Castejón, que aún estaba adormecida. Pronto salí del pueblo y me adentré en pistas con mucha arena, lo que dificultaba el avance. El paisaje cambió a campos de vid, olivos y almendros mientras me acercaba a Corella, la cual dejé a mi derecha y seguí la pista que bordeaba el río Alhama. Por el camino natural río Alhama me llevó a una pequeña presa en el río, la cual atravesé sin problemas. Pronto llegué a Cintruénigo, donde paré en el primer bar que encontré para desayunar.

Una vez terminado el café mañanero, seguí mi ruta hacia Fitero y seguido Cervera del Río Alhama por pistas y algún tramo de carretera. Antes de llegar a Cervera, me encontré con el primer gran obstáculo del día: un repecho de 500 metros que fue imposible de subir montado. Tuve que portear la bici durante este tramo. Fallo mio ya que el track que utileze para hacer este tramo lo evitaba dando un rodeo. Pero omiti ese rodeo para quitar unos km. Cosa que no volveré hacer la próxima vez. Una vez llegué a Cervera del Río Alhama, decidí hacer la segunda parada del día para almorzar. Busqué un bar con terraza y a la sombra. El sol calentaba con justicia ya a esas horas del día.

Luego, continué mi camino por un paseo balizado que acompañaba el curso del río en los primeros kilómetros, para llevarme a una pista en constante subida durante los siguientes 12 km. Circulé por una serie de barrancos por los que no se movía ni una gota de aire y que aumentaban la sensación de calor. Finalmente, llegué a lo más alto y comencé una bajada que me llevó al pueblo de Devanos.

El agua ya me escaseaba, así que paré en la primera fuente que encontré en una pequeña plaza. Pero estaba cerrada. Una señora me indicó que allí bebían todos de una fuente que venía directa del manantial y que se encontraba a unos pocos metros de la otra fuente. La encontré sin problemas, a la izquierda de la carretera. El agua era fresca y no me pasó nada por beber de allí. Luego, me dirigí a Ágreda para comer y reponer fuerzas antes de continuar los últimos 15 km que me faltaban para llegar a mi destino de hoy, el pueblo de Matalebreras.

Me alojé en la casa rural del pueblo. Encontre un bar donde paré a tomar algo y reservé para cenar al ver la cantidad de cosas y el buen precio que tenían. Al día siguiente, empecé temprano para evitar el máximo posible el calor que se anunciaba para el día siguiente.

Etapa 3
Hoy nos enfrentamos a una nueva etapa de nuestro viaje en bicicleta, la cual nos llevará desde Matalebreras hasta Cabrera del Pinar, recorriendo un total de 88 kilómetros.

Comenzamos nuestra jornada temprano, justo antes del amanecer, para evitar el calor que se pronostica para hoy. Los primeros kilómetros los recorremos con la oscuridad de la madrugada, lo que nos acerca a la primera subida del día.

Se trata de una GR de gravilla que parece fácil de subir al principio, pero que poco a poco va castigando nuestras piernas castigadas por las etapas anteriores. La pista discurre por un paisaje de pinos y robles, con pequeños escalones de madera que ayudan a que el agua de lluvia no arrastre la gravilla.

Finalmente, coronamos la parte más alta de este tramo y nos encontramos con un mirador desde el que podemos contemplar la extensa llanura que tenemos que recorrer en los próximos kilómetros. Después, disfrutamos de un rápido y divertido descenso hasta el primer pueblo de la etapa, Pozalmuro, donde teníamos previsto tomar un café, pero al llegar tan temprano, estaba todo cerrado aún.

A partir de ahí, comenzamos un recorrido que nos llevará a ver varios torreones medievales y un puente romano, avanzando a buen ritmo por una pista rápida sin mayores incidencias que los típicos repechos que van surgiendo. Pasamos por el pueblo de Fuentetecha, donde tenemos la posibilidad de reponer agua, algo muy recomendable ya que hasta Soria no conseguimos encontrar agua potable. Llenar a tope de agua os hará falta.

El siguiente pueblo que encontramos es Fuentesaúco, un pueblo más grande que los anteriores, pero nos llevamos una sorpresa al ver que la fuente no es de agua potable y que no había opción para tomar un café. Resignados, continuamos la ruta apostando a que en el siguiente pueblo grande, a 15 kilómetros de distancia, encontraríamos algún lugar para reponer agua y fuerzas.

En este tramo, el camino se hace más técnico por la arena que cubre el camino, lo que nos obliga a ir más despacio y con más cautela por los feos que van haciendo las ruedas al pillar los bancos de arena. Lo único bueno de este tramo es el paisaje de pinos y que es en un ligero pero constante descenso durante unos kilómetros.

En un principio, la ruta no pasaba por Soria capital, pero ante la incertidumbre de encontrar agua y comida en el siguiente pueblo por el que teníamos previsto pasar y la escasez de todo que tenia, decidi pasar por el centro de Soria al encontrarnos a solo tres kilómetros y asegurarnos de agua y comida. Cambiamos el plan. Llegamos a Soria sin esfuerzo y enseguida encontramos un bar con una buena terraza a la sombra de unos árboles donde pudimos reponer fuerzas y agua.
Quiero volver a la ruta original pero avanzando desde el puento en el que me encuentro sin tener que retroceder pero el un error de GPS que no re calcula bien. Sabía que tenía que volver a la ruta original, así que le pedí a mi dispositivo que me re calculara la ruta. Pero para mi sorpresa, el GPS me llevó de vuelta al punto donde me desvié de la ruta, lo que no me ayudó en nada. Aviando sus indicaciones decidi no hacer caso al GPS esperando que me llevara a la ruta más adelante.

Desafortunadamente, el dispositivo seguía re calculando y llevándome hacia atrás constantemente. Desesperado, decidí confiar en mi orientación y algo de intuición.

Finalmente, logré encontrar la vía verde de Santander-Mediterráneo y me di cuenta de que si hubiera estudiado el mapa con más detalle, podría haber evitado circular por el medio de la ciudad y algunas carreteras con tráfico pesado.

A medida que avanzaba por la vía verde, el calor y el cansancio empezaron a afectarme. Me quedé sin agua y si quería agua tenia que desviarme varios kilómetros de la ruta para conseguir agua en los pueblos cercanos a la carretera nacional. A pesar de esto, decidí seguir y me puse música para hacer la etapa más llevadera.

Pero a medida que avanzaba, me di cuenta de que estaba cada vez más cansado y necesitaba un descanso. Llegué al pueblo de Cabrera del Pinar, donde me quedé sin agua definitivamente. Finalmente, decidí que era hora de llamar a alguien para que me recogiera y continuar al día siguiente desde ese punto. Ya que estaba ya cerca de mi objetivo no busque alojamiento ya que no me merecía la pena pagar alojamiento estando tan cerca (30 km +/-) de mi objetivo final.


La cuarta etapa de esta increíble aventura!
Hoy comenzamos recorriendo la vía verde del Mediterráneo - Santander, desde el punto donde lo dejamos ayer, rodeados de pinos y vacas pastando en las orillas. Pero pronto nos encontramos con un desvío que el GPS nos indica, pero que no vemos. Tengo que trepar con la bici a cuestas por una trialera con mal acceso para poder continuar.

Después de superar este obstáculo, continuamos por una pista rodeada de pinos y arena fina que nos obliga a circular con precaución. Pero a medida que avanzamos, nos sorprende la belleza del paisaje que nos rodea.

Finalmente, llegamos a una carretera que nos lleva a la parte más alta de este tramo de la ruta. Descendemos con cuidado, pendientes del GPS que nos indica que debemos desviarnos a la izquierda en una de las curvas.

Pero el siguiente tramo se presenta complicado: una trialera bastante sucia de ramas dificulta el camino y no nos permite disfrutar plenamente de la experiencia. Sin embargo, una vez que salimos de la trialera, vemos el pueblo de Canicosa de la Sierra y sabemos que estamos cerca de nuestro destino.

Cruzamos el pueblo y nos giramos a la izquierda a la salida, donde vemos una puerta que nos lleva a una pista que nos conducirá finalmente a Vilviestre del Pinar, nuestro destino final de hoy.
¡Ha sido una etapa llena de obstáculos, pero la aventura llega a su final!
Bonita aventura que volver a realizar corrigiendo algunas cosas fruto de la experiencia.

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