CAMINO DE SANTIAGO EN MTB. DÍA 6. MELIDE SANTIAGO

Día 6. De Melide a Santiago.
Iniciamos el día con lluvia, con lo que entre el cansancio acumulado y el desnivel previsto de la ruta (más de 800 m) decidimos hacer la etapa por carretera. Continuos repechos que te van minando, pero evitando alguna subida fuerte de la ruta de caminantes, como la previa a Arzúa, localidad en la que paramos a echar un café. Nuevos repechos y subidas que se hacen penosas, con lo que en Santa Irene tenemos que hacer otra parada para afrontar con garantías la subida al Monte do Gozo. En muchos momentos se comparte ruta con los caminantes. En un momento dado me pongo a cantar el “Triste y sola se queda Fonseca” de la tuna compostelana en un momento de euforia ante la proximidad de Santiago. Los caminantes me miran raro, pero tengo que parar porque estoy en medio de un repecho y me ahogo. A ratos se percibe un intenso olor a eucalipto, de los bosques de este árbol que abundan por Galicia y que para muchas localidades suponen prácticamente su principal fuente de ingresos. Fue Franco (y sus asesores ingenieros agrónomos, evidentemente) quien decidió apostar por el eucalipto como dinamizador de la economía en muchas áreas gallegas. Hoy día hay un gran debate en Galicia en torno a la conveniencia futura de este modelo frente a una progresiva diversificación.
El acceso y travesía del Monte do Gozo es un recorrido con pendientes discontinuas, alternándose repechos cortos del 20% con otras subidas más largas y falsos llanos. Hay que llegar con algo de reservas porque de lo contrario se puede pasar mal de verdad. Hay momentos en que en lugar de Monte do Gozo parece Monte do Calvario, pero como ya estamos próximos al final afrontamos todo con buen humor, como debe ser. Al final se llega al observatorio desde donde se divisa Santiago, con lo que dedicamos un buen rato a disfrutar y a echar fotos. La bajada a la ciudad es rápida, pero atravesar Santiago nos lleva un tiempo porque son 4 km de ciudad que los hacemos junto con los caminantes, para disfrutar de la compañía. De hecho, en la parte final antes de llegar a la Catedral vamos de charrada con un grupo de jóvenes. Le dejo adelantarse una miaja y me lanzo con mucha precaución, para no molestar a nadie, por las escaleras que dan acceso a la plaza para entrar en ella como es debido.
En total, la etapa final son 56 km y más de 800 m desnivel. Para hacer hambre.