Bikepaking Camino de las Asturias

En esta nueva aventura tenía en mente hacer una ruta circular que en todo lo posible incorporara tramos off-road.
No me gusta circular por carreteras, prefiero viajar por medio de la naturaleza.
Buscando posibles trayectos fue entonces cuando por casualidad descubrí "El Camino de las Asturias", una histórica ruta utilizada por los peregrinos en la época medieval que se dirigían a Santiago de Compostela. Esta vía conecta Pamplona con Oviedo y era considerada segura para aquellos peregrinos que buscaban evitar la presión musulmana en otros caminos.

Mi idea no era recorrer toda la variante del Camino de Santiago, pero sí explorar la parte correspondiente a Navarra y Alava. Haciendo la vuelta a casa por tierras de La Rioja.
Así que diseñe una ruta circular de 6 etapas que transcurren por Navarra, Álava y La Rioja.

La primera etapa comenzaba en la comarca de Pamplona y finaliza en Alsasua, abarcando unos 54 km. Partí en dirección a Irurzun, siguiendo el antiguo trazado de La Vía Verde del Plazaola, un antiguo recorrido de tren entre Pamplona y San Sebastián. Antes de llegar a Irurtzun, me desvié hacia el oeste, dirección Izurdiaga por donde me adentré en el hermoso Valle de Sakana por pistas, senderos y algún tramo de carretera poco transitado.

La segunda etapa, de aproximadamente 51 km, me llevó de Alsasua a Vitoria-Gasteiz por el Valle de Burunda. En esta parte, me uní al Camino de Santiago y posteriormente a la Vía Verde del Ferrocarril Vasco Navarro, que seguía el trazado de un antiguo tren de vía estrecha. En esta etapa andamos muchos km por carretera. No encontré tráfico apenas haciendo más cómodo viajar por la carretera. Punto a favor fue que subió la media de velocidad siendo la etapa más rápida de todas. Al finalizar esta etapa, encontré una pensión en el centro de Vitoria para descansar. Me gustó mucho su centro histórico, con sus calles peatonales y sus plazas llenas de vida.
Esta ubicación me permitía visitar el centro de la ciudad y disfrutar de unas merecidas cervecitas en la multitud de terrazas que encontré.

La tercera etapa fue la más corta, pero también la más variada e intensa. Partí tras una tormenta el día anterior que dejó mucho barro en mi camino en la primera parte del camino. A pesar de las dificultades, seguí el Camino de Santiago de Álava, ascendiendo el Portillo de San Miguel con una bajada técnica que me puso a prueba en más de una ocasión. Seguidamente pasamos a tierras burgalesas a través del Condado de Treviño. y continuamos por largas pistas en continuos sube y bajas que pondrá a prueba nuestras piernas. Ya en tierras de La Rioja los últimos km en la localidad de Salinas de Burando tenemos una fuerte última ascensión hasta llegar al Portillo de la Lobera por una buena pista, lo que ayudará a superar este último tramo siguiendo la GR 99 o el Camino Natural del Ebro. Esta etapa concluyó en Briñas, un municipio riojano con un encantador paseo a la orilla del río Ebro.

La cuarta etapa fue la más larga de todas, con 65 km entre Briñas y Logroño. Durante el recorrido, bordeé mayormente el río Ebro siguiendo el Camino Natural del Río Ebro y la GR99. A pesar de los constantes sube y bajas entre colinas llenas de miles de viñedos, disfruté de la belleza del paisaje. Vistas preciosas de los meandros del río Ebro permitían hacer unas fotos para enmarcar. Al llegar a Logroño, me sumergí en la famosa calle Laurel para degustar la rica oferta gastronómica. También es recomendable su paseo por las orillas del Ebro que nos protegerá del calor con las extensas sombras y el fresco que da estar cerca del río.

La quinta etapa me llevó de Logroño a Estella, atravesando el Camino de Santiago. Busque alternativas en la ruta que fueran menos transitadas por los peregrinos. Dando mi toque personal al recorrido. Los repechos en el camino que fui encontrando pusieron a prueba mi resistencia, pero al encontrar bares, puestos con bebida fría y comida en cada pueblo por el que pasaba, tuve la oportunidad de reponer fuerzas cuando lo necesitaba. Haciendo la etapa más llevadera en un día de calor como el que me tocó a mi. En Estella, encontré varias opciones de alojamiento con lugares para guardar la bicicleta.

Por último, la sexta etapa comenzó con un madrugón para evitar el calor que se avecinaba. Comencé callejeando por Estella para encarar la primera rampa del día.
Ascendí por una larga pista de hormigón bordeada de fincas de recreo, seguido nos unimos a un sinfín de pistas, caminos y algún tramo de carretera disfrutando en muchas ocasiones de vistas panorámicas del Pantano de Alloz. Nos encontramos con una etapa algo más dura que las anteriores sobre todo en los 10 km siguientes al pueblo de Muzqui hasta el collado de Ollakarizketa. Donde empezamos el descenso a la cuenca de Pamplona.
Para regresar a casa me dirigí al paseo del río Arga que enlazamos en la localidad de Ibero, finalizando así esta emocionante y enriquecedora aventura.

Cada etapa me ofreció la oportunidad de conocer nuevos lugares, disfrutar de paisajes espectaculares y desafiarme físicamente. El calor me puso a prueba en esta aventura en varias ocasiones. La ruta circular por Navarra, Álava y La Rioja fue una experiencia inolvidable que, sin duda, repetiría.


PD: Las fotos no siempre corresponden con los Waypoint