Aventura por Marruecos. Día 2/4. Tetuán-Chefchaouen

Desayuno 🥞 típico marroquí con torta de harina a las 9 de la mañana en casa del casero…decidí no pensar en lo que nos estábamos comiendo y en cómo se había elaborado, porque sino, no habría comido nada.
Café con leche y acompañamiento de miel, azúcar y una crema de cacahuetes con cacao. Tras habernos pedido el casero 20 Dirham (poco menos de 2 €) por una especie de impuesto turístico que se sacó de la manga 🤷‍♂️ y tras habernos pedido que le pusiéramos una alta valoración en la aplicación, salimos de nuestro primer alojamiento en Marruecos.
Bajamos los tres pisos por las estrechas escaleras con las bicicletas cargadas hasta llegar a la calle.
A esas horas no hay movimiento a penas, pues la vida suelen hacerla a partir de media mañana hasta cerca de las 12 de la noche.
Al igual que ayer decidimos transitar solo por asfalto evitando subidas innecesarias y posibles zonas de barro, circulando por una vía de doble carril en cada sentido.
Es una zona muy verde, más parecida al sur de España en algunas sierras que al propio Marruecos.
El tráfico es un poco caótico, pero debo decir que respetan mucho (al menos a nosotros) a los ciclistas. Las señales no se respetan del todo a pesar de la importante presencia policial que encontramos en la mayoría de las vías por las que pasamos. Tanto dentro de la ciudad como fuera de ella nos cruzamos con muchos policías, lo que traducimos en seguridad para nosotros. En realidad nunca tuvimos sensación de agobio o inseguridad a pesar de las miradas que nos profesaban, más por curiosidad que por otra cosa.

Pasados unos cuantos kilómetros salimos de Tetuán -por fin- con mucho tráfico para continuar con mucho tráfico también aunque ya no estuviéramos en Tetuán.
Al salir de la ciudad comenzamos una zona llana pero con porcentaje de elevación ligeramente creciente. Realmente comenzamos un ascenso de muchos kilómetros pero con desnivel asumible pasando por pequeños pueblos como Dar Ben Karrich, Zinat, Bni Moussa donde suelen vender refrescos o agua embotellada, antes de llegar a nuestro destino Pasamos por dos embalses de agua entre Zinat, que no presentaban signos de falta del líquido elemento, como ocurre en España por la sequía y como estaban destinados al consumo humano, no se permitía la entrada a la presa.
Pasamos por un largo tramo en obras que a veces nos hizo pasar algún susto por lo mucho que se pegaban los coches o camiones al adelantarnos.

Algo que nos llamó mucho la atención fue ver a muchos grupos de perros abandonados que circulaban libres por el campo o las carreteras. Esto es algo que vimos durante todos los días de nuestra ruta. Ciertamente son mansos y no presentan peligro alguno, pero a veces cruzan la carretera y pueden ocasionar alguna caída.

En constante subida hacía Chefcahaouene (que también se escribe Chauen o Xauen) nos premió el esfuerzo con una súper subida de 6 kilómetros sin descanso hasta el mismo pueblo 🥵. Llegamos muy cansados y deseando de parar a comer en un alojamiento situado en plena Medina -muy bonita por cierto.

Este alojamiento estaba mucho mejor que el de Tetuán y el servicio no pudo ser más eficaz. Nos recibieron con un té marroquí en la terraza y pude lavar parte de la ropa que llevaba, así que un 10 para este hostal.