ALICANTE 360 /completa

Las 360 están de moda. En general todas las carreras de largas distancias. Y ahora las 360 pegando fuerte en el mundo Gravel en nuestro país, y en Alicante de la mano del gran Miguel Ángel García y sus IronGRAVEL.
Como sea que no somos amigos de entrar en carreras, aunque no tengan carácter competitivo, tomamos buena nota de la IG360 y, encontrado el hueco para dar cuenta de ella a nuestra manera (sin prisas y pernoctando en la naturaleza), ahí que vamos los hermanos del pedal fácil 'Aquí hay BTTema' en lo que será un fin de semana bicicletero para enmarcar.

DÍA 1
Salida del Aeroclub de Mutxamel a la hora de la siesta y en una volada y siguiendo el track de la IronGravel360 me uno a A.Valle y Cancerbero01 en Playa San Juan. Hacemos la línea de costa de la capital alicantina, muy entretenida con tanto coche😱, hasta salir a Urbanova. Luego en El Altet se une al grupo el Capitán Pedales. Ya podemos hacer la foto de grupo jeje, y sin más le tiramos en busca del Parque Natural de las Salinas de Santa Pola. Vamos muy rápidos y en una de éstas el Capi y Cancerbero tocan manillares y se van al suelo. Algunos rasguños y el casco del Capi que le salva de una buena😬 Algo asustados seguimos nuestro camino y así ganamos la desembocadura del Río Segura y pasado Guardamar en busca de la Laguna de La Mata.
Mención especial para este insólito paraje, donde nos sorprende un atardecer de postal🌄. El avance algo trabado por los continuos bancos de arena que nos hacen llevar un plus de atención.
De nuevo en la civilización algunos tramos de carreteras y mucho coche, dejamos atrás también la Laguna de Torrevieja, alguna zona inundada que, ya en plena noche y tirando de luces, afrontamos con decisión. Así avanzamos en busca del pueblo de San Miguel de Salinas. Está en un alto y una vez ganado entramos en un bar repleto de guiris y muuucho cachondeo para repostar agua. Es noche cerrada y a la salida del pueblo, sobre una carreterilla que se empina en busca del Puerto de Rebate, buscamos y encontramos un pinar donde montar el vivac para pasar la noche.

DÍA 2
La plácida noche en el hotelito de las Mil y una Estrellas en los pinares de la Sierra de San Miguel de Salinas y a la mañana, tras desayunar y levantar el campamento, le tiramos bien frescos y emocionados a ganar el sencillo y muy bonito Puerto de Rebate.
Luego en la bajada vamos directos a la cola del enorme Embalse de la Pedrera, donde quedaremos anclados un buen rato, ya que la carreterilla que lo cruza desaparece completamente bajo las aguas. En vez de dar media vuelta nos envalentonamos y nos disponemos a cruzar el enorme brazo de agua en pelotas y con las bicis en alto.
El enorme esfuerzo, las fotos, y del otro lado, una vez vestidos, subimos una pequeña cuesta y del otro lado un nuevo brazo enorme de agua imposible de salvar. Estamos atrapados, o casi, porque a derechas aparece un camino que, al tomarlo, nos lleva bien arriba y acaba saliendo justo del otro lado del brazo de agua. Nos felicitamos y, al seguir, más de lo mismo: un tercer brazo gigantesco. Esta vez nos tocará deshacer camino y en la parte alta ir a buscar la carretera que por arriba bordea el enorme embalse. El camino acabará desapareciendo bajo nuestras ruedas y nos tocará los últimos 200 metros hacerlos a la brava con las bicis a cuestas y con la vegetación por encima de nuestras cabezas.
Ya sobre la brea recorremos un tramo y acabamos saliendo de nuevo al embalse justo del otro lado del tercer brazo de agua. La pista que llevamos ahora, paralela al embalse por su margen derecha, es ancha y bien sentada, ganando kms con facilidad hasta salir a asfalto y en una volada estamos en la presa.
Vamos ahora por un sendero que nos lleva a una enorme acequia en desuso y que a su vez nos acaba metiendo en el cauce del Río Segura. Lo seguimos rápidos con el sol bien alto y pegando de lo lindo hasta por fin ganar Orihuela, donde paramos en un bar a dar cuenta de las delicatesen del lugar🍺🌭🍺.
Hemos bebido y comido como si no hubiera un mañana para afrontar, en la peor hora, la trama más brutal de toda la maratoniana jornada: la aproximación y el paso de la temible Sierra de Crevillente por su cara Sur🌞🥵🌞
Una primera parte codo con codo con el tráfico incesante y luego, al separarnos por fin de la autovía y demás, vamos afrontando tramos de sube.bajas constantes por territorios hostiles, muyyy hostiles! El agua empieza a escasear y la temperatura se dispara hasta los 33⁰!! Así las primeras paredes ya bien altos unos continuos toboganes, enormes la mayoría de ellos, que van haciendo mella en nuestra inquebrantable voluntad. No sabemos cómo pero al fin ganamos la ansiada carretera que cruza de Albaltera a los Hondones, el Albaterolo. Vamos en subida y en una acequia buscamos sombra y nos remojados como si estuviésemos en el mismísimo desierto de Oklahoma. Más adelante salimos de nuevo a pista siempre a derechas en busca del Paraje de la Ermita de Sant Gaetà. Le tiramos venga arriba y un nuevo desvío a derechas y ahora ante nosotros el remate final: en 'Catí crevillentino', unos cuestones de espanto para ganar la divisoria de la montaña a su cara Norte. Llevamos tiempo sin agua y el esfuerzo semeja inhumano. Imposible cobijarse del implacable sol en una Sierra totalmente pelada. Sólo podremos escapar ganando el Alto. Ahí vamos, cargados los petates y demás, cada uno con su penitencia. Poco a poco hasta que por fin el temido puerto es ganado.
Alguna foto, de nuevo alguna sonrisa en nuestras resecas caras jeje, y toca bajar. Del otro lado los pinares, un área recreativa sin fuente y llenita de gente, y más abajo por fin entramos en el deseado Hondón de las Nieves, donde repostamos agua, helados, barritas energéticas...
Salimos del pueblo en fuerte pendiente y ganamos ahora campos y más campos a veces sobre pistas rápidas a veces sobre carreterillas sin nada de tráfico dirección La Romana, donde sentamos el culo en un bar de la plaza. Más helados y café, y al levantarnos decidimos dejar la huella del track de la IG360, que se adentra en las poderosas sierras de Monte Coto, con grandes desniveles, y salimos en busca de El Pinós por la espléndida llanura que bordea la Sierra, primero visitando Cases Sanchíz y más adelante la muy fotogénica Cases del Senyor. A la salida de este último pueblo afrontamos un pequeño puerto y del otro lado entramos en la muy estupenda pedanía de Les Encebres, con su fuente, sus gentes, sus enormes árboles...
Más allá entramos de nuevo en la traza de la IG360. Bordeamos la población de El Pinós y encaramos la muy alargada Sierra de Salinas. El territorio, al principio por pistas muy rápidas y más adelante, ya bien cerca de las faldas de la Sierra y en busca de su cara Norte, el terreno se abrupta cada vez más y ahora vamos sorteando buenas tramas de pistas rotas, muy empedradas, y circuitos de sendas unas en subida y otras también que nos hacen poner los 5 sentidos a mil.
El atardecer inminente y estamos por llegar a Casas de Salinas, una antigua pedanía que nació en tiempos de la Segunda República para dar cobijo a las familias que ganaron las tierras de terratenientes expropiados. En el lugar nace una poderosa carreterilla que se empina por la montaña en busca de la caseta contraincendios y que es el camino de la IG360. Nosotros no le vemos sentido meternos tamaña paliza en las piernas y decidimos seguir por la pista que, a media altura, recorre la Sierra de Salinas dirección Villena.
Así el avance viendo cómo se pone el sol por la parte murciana. Más adelante acabamos cayendo a una carretera sin apenas tráfico, que recorremos ya plena la noche con las luces puestas (las que funcionan...). Entramos en la monumental Villena y la primera mesa vacía que se pone a tiro en una terraza ahí que paramos. Cervezas y hamburguesas nos acompañan hasta media noche. Con toda la ropa disponible puesta nos levantamos del bar y buscamos la Vía Verde del Tren Xixarra. Le tiramos un rato y más adelante, en las faldas de La Solana, una plana escondida nos sirve para montar el vivac y pasar la noche al raso.

DÍA 3
Hemos dormido como lirones y a la mañana aparece todo empapado de agua. El relente en Villena es implacable jeje. Levantado el campamento salimos a la Vía Verde en la fresca y brillante mañana dirección Banyeres de Mariola. Vamos con el freno puesto. Es la tercera jornada de nuestra odisea y parece que llevemos semanas...
En Banyeres entramos a almorzar en la remozada Brasería La Moreneta. IMPRESIONANTE!! A la salida del pueblo entramos de lleno en Sierra Mariola, al principio sobre brea y más adelante pistas abiertas. Aunque las temperaturas son altas se respira un ambiente fresco y muy agradable. Así ganamos kms y más adelante algunas paredes para ganar la ansiada cota máxima de la travesía.
Del otro lado caemos rápidos dirección Onil, y en Casa Tápena/Santa Ana, a rebosar de gentes que no tienen comuniones, cargamos agua y entramos en una espléndida trazada por senderos limpios siempre en bajada y emboscados. De escándalo!!
Al cruzar la autovía tramos de asfaltos sin tráfico y otros pisteando para alcanzar la carretera Ibi - Tibi. En Tibi paramos en su estupenda fuente, algo al buche y ya dispuestos a hacer las últimas tramas por el Monnegre y cerrar la aventura en Mutxamel.