Zamudio - Villars - Plommer - La Choza - Lozano - Las Heras
near General Hornos, Buenos Aires (Argentina)
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Trail photos
Itinerary description
Abril 2022
Una de las salidas más hermosas en bici. Desde hace tiempo que venía postergando esta ruta típica del cicloturismo.
Un día hermoso (más primaveral que de otoño), casi sin vientos y caminos de tierra (en su mayoría) en muy buen estado. Y lo mejor: La posibilidad de llegar a cada pueblo luego de pedalear no muchos km entre ellos.
Saliendo de Zamudio, y luego de andar un breve tramo por ruta (banquina ancha), se toma un desvío por tierra en dirección a Villars, camino que te inserta en el contexto rural (verde, tierra, vacas, chanchos, etc . ) Lindo pueblo Villars, con su estación de tren en uso y una hermosa plaza. También hay un corto sendero (Monte Villars) mantenido por lxs propixs vecinxs.
Paralelo a las vías, tras unos pocos km, se llega a Plommer. Una estación preciosa, muy bien mantenida en su fachada y con un predio enorme alrededor y sombra. Al igual que Villars, también cuenta con una plaza preciosa y amplia que daban ganas de quedarse.
Siguiendo el trayecto, y pudiendo apreciar esas postales que nos regala el campo, llegué a La Choza, un pueblo aún más chico que los anteriores. La estación no existe, solo queda el nomenclador y en su lugar una plaza que parece haber sido armada hace poco, por su estado impecable (y una vez más, es necesario destacar su belleza). El pueblito se compone de unas pocas cuadras, en las cuales hay una capilla, una cancha de pelota/paleta y varias opciones gastronómicas (todo ello enmarcado en un ambiente de tranquilidad)
Me hubiese gustado quedarme más tiempo en La Choza, pero seguí hacia el último punto: Lozano. Y acá se llega a la "frutilla del postre ". Lozano es un paraje que consta de unos pocos metros alrededor de la estación de tren. Lo había elegido como punto de descanso/alimentación por su pulpería/almacén "La Tacuara".
Al llegar a la pulpería, el sentido común urbano me instó a tocar un timbre que no funcionaba. Luego a golpear la puerta a la cual nadie respondía. Hasta que abriendo más los ojos (y el propio sentido común) noté la campana con la cual se llama. Respiré aliviado, ya que sabía que no encontraría otro lugar para alimentarme.
Durante mi parada, compartí el espacio con caballos, vacas y aves que circulaban en frente mío, mientras me comía una de las empanadas más ricas de mi vida. Todo esto en total soledad, con una vista y sonidos hermosos (Guardaré en el recuerdo una secuencia en la cual una vaca llamaba constantemente a su cría para alimentarse, hasta que el ternero apareció)
Posteriormente, a la hora y media llegó un grupo grande de ciclistas que cortó esa paz inmensa qué había en el lugar, pero afortunadamente coincidió con mi salida (ya había disfrutado lo suficiente).
Un dato a tener en cuenta: La chica que atiende en La Tacuara (su abuela es quien hace las exquisitas empanadas fritas de carne), me comentó que los sábados a finales de mes son días en que no hay tanto movimiento. En cambio los domingos ya trabaja con reservas.
Luego de un breve descanso extra en la estación de Lozano, emprendí el regreso a Las Heras. Califiqué de "Moderado" la dificultad de la ruta sólo porque este último tramo hay bastantes piedras/pozos que dificultan el andar. Más allá de este detalle, es un trayecto muy ameno.
En definitiva, como dije al principio, una de las salidas más hermosas...
Una de las salidas más hermosas en bici. Desde hace tiempo que venía postergando esta ruta típica del cicloturismo.
Un día hermoso (más primaveral que de otoño), casi sin vientos y caminos de tierra (en su mayoría) en muy buen estado. Y lo mejor: La posibilidad de llegar a cada pueblo luego de pedalear no muchos km entre ellos.
Saliendo de Zamudio, y luego de andar un breve tramo por ruta (banquina ancha), se toma un desvío por tierra en dirección a Villars, camino que te inserta en el contexto rural (verde, tierra, vacas, chanchos, etc . ) Lindo pueblo Villars, con su estación de tren en uso y una hermosa plaza. También hay un corto sendero (Monte Villars) mantenido por lxs propixs vecinxs.
Paralelo a las vías, tras unos pocos km, se llega a Plommer. Una estación preciosa, muy bien mantenida en su fachada y con un predio enorme alrededor y sombra. Al igual que Villars, también cuenta con una plaza preciosa y amplia que daban ganas de quedarse.
Siguiendo el trayecto, y pudiendo apreciar esas postales que nos regala el campo, llegué a La Choza, un pueblo aún más chico que los anteriores. La estación no existe, solo queda el nomenclador y en su lugar una plaza que parece haber sido armada hace poco, por su estado impecable (y una vez más, es necesario destacar su belleza). El pueblito se compone de unas pocas cuadras, en las cuales hay una capilla, una cancha de pelota/paleta y varias opciones gastronómicas (todo ello enmarcado en un ambiente de tranquilidad)
Me hubiese gustado quedarme más tiempo en La Choza, pero seguí hacia el último punto: Lozano. Y acá se llega a la "frutilla del postre ". Lozano es un paraje que consta de unos pocos metros alrededor de la estación de tren. Lo había elegido como punto de descanso/alimentación por su pulpería/almacén "La Tacuara".
Al llegar a la pulpería, el sentido común urbano me instó a tocar un timbre que no funcionaba. Luego a golpear la puerta a la cual nadie respondía. Hasta que abriendo más los ojos (y el propio sentido común) noté la campana con la cual se llama. Respiré aliviado, ya que sabía que no encontraría otro lugar para alimentarme.
Durante mi parada, compartí el espacio con caballos, vacas y aves que circulaban en frente mío, mientras me comía una de las empanadas más ricas de mi vida. Todo esto en total soledad, con una vista y sonidos hermosos (Guardaré en el recuerdo una secuencia en la cual una vaca llamaba constantemente a su cría para alimentarse, hasta que el ternero apareció)
Posteriormente, a la hora y media llegó un grupo grande de ciclistas que cortó esa paz inmensa qué había en el lugar, pero afortunadamente coincidió con mi salida (ya había disfrutado lo suficiente).
Un dato a tener en cuenta: La chica que atiende en La Tacuara (su abuela es quien hace las exquisitas empanadas fritas de carne), me comentó que los sábados a finales de mes son días en que no hay tanto movimiento. En cambio los domingos ya trabaja con reservas.
Luego de un breve descanso extra en la estación de Lozano, emprendí el regreso a Las Heras. Califiqué de "Moderado" la dificultad de la ruta sólo porque este último tramo hay bastantes piedras/pozos que dificultan el andar. Más allá de este detalle, es un trayecto muy ameno.
En definitiva, como dije al principio, una de las salidas más hermosas...
Waypoints
Comments (2)
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Espectacular recorrido, no lo tenrs en Strava para poder verlo x ahi?
Hola! Gracias por comentar.....No, no uso Strava. Igual, como verás, en este caso el recorrido en su mayoría es bastante lineal (hay quienes lo hacen por las vías, pero yo preferí ir por los camionos de tierra que van paralelo)
Saludos....