Vía Verde Segovia-Nava 2015-05-02 11:20

Desde el punto de vista de la climatología el día se presentaba propicio para la travesía que tantas veces en mi niñez había realizado en viajes de ida y vuelta, en un tren de vapor de aquellos de madera y en un vagón de tercera, como diría D. Antonio Machado.

Esta vez lo haríamos en bicicleta, sin el traqueteo que producían los vagones al pasar por las uniones de los carriles sin soldar y sin olor a la carbonilla quemada en el hogar de la locomotora, pero recibiendo en la cara la tibia brisa procedente de los sotos y vegas del rio Eresma y disfrutando de las vistas que nos proporciona la verde campiña segoviana y su Tierra de Pinares.

Es de aplaudir la labor del Consorcio y demás Entidades que han participado en el proyecto y construcción de este camino, que esperamos pronto continúe para llegar a la antigua estación de Olmedo.

Teniendo en cuenta que se encuentra estupendamente señalizada no es preciso dar referencias para el seguimiento de la ruta, solo mencionar a título de ejemplo algunos lugares interesantes.

Desde la estación de ferrocarril de Segovia salimos por la antigua carretera de Villacastín hasta el punto de arranque de la Vía Verde en el viejo puente de hierro. En seguida nos encontramos el túnel del antiguo ferrocarril que supera los escarpes calizos del arroyo Tejadilla y un poco más adelante los cerros del Montón de Paja y del Montón de Trigo con sus más de 900 metros; el encinar del caserío de Lobones y las vegas entre Hontanares y los Huertos; el puente sobre el rio Eresma y sus inmediaciones a la salida de la antigua estación de Yanguas; un poco más adelante, pasado el arroyo de la Degollada y a nuestra derecha, el molino de Caldillas con buena fuente de agua fresca; el arroyo del Tormejón que vierte sus aguas al Eresma entre el cerro de su nombre y la peña del Aguila, siendo de mencionar el primero de ellos por lo escarpado de sus laderas y por la existencia de vestigios arqueológicos (cueva y abundantes restos cerámicos) así como por su ermita; llegando al pintoresco pueblo de Miguel Ibáñez nos refrescaremos en la fuente del Pozo Grande y a lo lejos, a nuestra izquierda divissremos la peña de Pinilla, con sus 991 m., en cuyas proximidades nace el mencionado arroyo del Tormejón; ya en lo alto de la divisoria de aguas puede contemplarse el monte de Cuesta Grande, perteneciente al pueblo de Domingo Garcia, que cuenta con grabados rupestres; pasado el pueblo de Ortigosa del Pestaño nos adentraremos en los bosques de la Tierra de Pinares para llegar finalmente al termino de nuestro viaje en el alegre pueblo de Nava de la Asunción.