Venecia bolombolo otramina titiribi

Nos despertamos en este bello municipio del Suroeste cercano de Antioquia Con ganas de continuar nuestra pequeña aventura. Después de un buen desayuno buscamos la vías que conduce al corregimiento de Bolombolo. Aún perteneciente a Venecia. Bajamos un poco por una carretera pavimentada con algunos tramos en destapado. Luego subimos un poco para llegar a los pies del Cerro Tusa. Esta hermosa montaña natural con forma piramidal que no se si es cosa mía pero a mi cuando la veo me recarga de buenas energías. Pasamos cerca a la cara de la India aunque no se alcanza ver desde la carretera, pero si esta el camino de acceso, más adelante sobre el costado derecho se encuentra la entrada al altar de los sacrificios. Creo que también esta a unos pocos metros caminando pero en esta ocasión me no entramos y me quede con el sin sabor de no haber conocido este lugar.

Seguimos bordeando cerro Tusa y empieza un largo descenso hacia Bolombolo teniendo una gran panorámica del cerro y del valle del río Cauca. A lo lejos se ve un pueblo que creo que es Tarso hasta que por fin llegamos a tierras mas cálidas.
Giramos a la derecha y es Bueno recargar buen liquido y comida ya sea en Bolombolo O en las tiendas antes de cruzar el rió Simifana.
De Bolombolo empezamos un pequeño ascenso y luego bajamos a la rivera del río Simifana. Río que habíamos cruzado el día anterior cuando es apenas una pequeña quebrada. Ya es un poco más grande y para cruzarlo atravesamos un pie te de más o menos 80 mts.
Terminando el puente y sobre la mano izquierda hay una vía destapada llena de árboles y nos da la bienvenida una casa colonial de color blanco con socalos rojos.

Esta es la mejor parte del recor para un ciclo turista. Entramos a una vía secundaria, la cual se encuentra en excelentes condiciones a pesar de que es una vía destapada.
Nos espera un largo pero pedaleable asenso de más o menos 27 kms hasta Otra mina.
Vamos sibie por un túnel verde lleno de árboles como guayacanes cedros robles tekas entre otros montón de plantas que generan un micro lima fresco a pesar de que estamos pedaleando por tierra caliente. Pasamos por una gran hacienda que en alguna época fue ganadera pero ahora sus tierras están dedicadas a la reforestación de árboles nativos. Esta hacienda nos acompaña por mucho rato y se ve que en su época de bonanza fue una de las más bonitas de la región. La entrada es toda empedrada con acabados muy bonitos y casi todos sus potreros tienen enmarcado el piso de la entrada con piedras y cemento.
Aquí empiezo a vivir el ciclo turismo empieza a correr por mi cuerpo una sensacion de libertad y aunque es un acto irresponsable. Mi casco me estorba y lo cuelgo de la parrilla para continuar al lado de mis dos compañeros un suave pero delicioso pedalear. Paramos a sollarnos cada vista árbol hormiga lo que sea. En una curva aparece un pequeño riachue que cruza la vía con sus aguas frescas y cristalinas u nos toca hacer una pausa para refrescar nuestros calurosos cuerpos .
Luego de la pausa continuamos. Dejamos atrás esa hacienda para entrar a otra donde aún trabajan la ganadería y inos metros más arriba encontramos una tienda.
La verdad de tienda solo tiene el nombre, pero es la mejor tienda en la que he estado en mi vida. Es una humilde casa campesina donde nos atendieron super bien. Preguntamos qué había de mekato y rápidamente la señora salió corr para un cuarto y de una pequeña bolsa negra nos saco dos paquetes de yukitas unas tocineta y un par de galletas festival. Ese era el surtido de mekato que había en el momento. Estábamos en el mes de agosto y todo se había vencido en abril. Pero el caso era de hambre y las pocas provisiones de comida que llevábamos las agotamos edespues del chapuzon. Así que no le dimos mente y a disfrutar de este Najar acompañado de las cervezas que si habían como unas 5 con dos pony malta.
Al fondo en una mesa estaba prendida la olla del arroz que nos hacía ojitos pero nos aguantamos las ganas y más adelan nos hizo una falta.
Tertulianos un rato con la señora y un visitante que tenía. Seguimos subiendo un poco y el.tunel verde empieza a ir desaparecieron en varios tramos, pero la vista es de.locos, vemos el río cauca en su explendor. Bolombolo a lo lejos y uno que otro caserío enredado en la cordillera occidental. Nosotros seguimos subiendo por toda la cordillera central unos tramos. Un poco más empinados u con cascajo. A lo lejos se ve un fue aguacero y este nos arreme con unas fuertes ráfagas de viento que alcanzamos a se ríe sobre las bicis.
Después de un buen rato estamos en otra vereda y llegamos a la tienda interrumpiendo un juego de parquez para que el dueño de esta nos atienda. Hablamos un rato. Nos indica de otra trocha endurera que llega hasta el río amaga y que luego hay que pasar en una balsa o garrucha para atravesar el Cauca y tomar la vía a santa fe. Pero esa es otra trocha que habrá que buscar después.
Continuamos subien hasta que por fin llegamos a otra mina donde empieza un suave descenso hasta Titiribi. Donde llegamos con una hambre gigante así que vamos al hotel a guardar las bicis y sin cambiarnos vamos a disfrutar de un rico almuerzo para luego descansar que al otro día teníamos nuestro regreso a la ciudad por vía asfaltada.