TRANS SIERRA NEVADA 3er Día: Trevelez - Capileira - Bubión - Pampaneira - Puente Palo

- Trevélez - Capileira - Bubión - Pampaneira - Puente Palo

- Distancia 44 Kms.

- Fecha: 22 - Abril - 2000

- Noé y Joshe

Del libro de ruta no nos fiábamos nada, ya que también el día anterior según éste deberíamos haber subido una cuesta para llegar a los 2500 m de altura siendo incierto y solo llegamos a los 2100 m aproximadamente.

De todas formas este día se nos presentaba realmente fácil.

Desde el camping bajamos un poco hasta llegar al barrio alto de Trevélez y aquí comenzamos a subir, con plato pequeño-piñón grande durante 4 kilómetros que se nos hicieron muy duros, aunque por ser al principio, y no estar todavía calientes quizá lo tomamos mas tranquilos.

Llegamos a un punto que culminoamos la subida y tiramos unas fotos hacia el pueblo, que ya nos quedaba muy abajo. A partir de aquí y al igual que ponía en el libro la ruta comenzaba a bajar suave hasta conectar con la carretera del Veleta, que tomamos a la izda. para abajo. Según bajábamos miramos hacia atrás y veíamos los repechazos que hubiésemos tenido que subir si quisieramos subir al Mulhacén, que era nuestra primera idea del viaje, y que por haber todavía mucha nieve cambiamos de itinerario.

Llegamos a Capileira, sin soltar frenos pues está muy empinado, llegamos también a Bubión que está muy cerca y también hacia abajo, y llegamos a Pampaneira donde paramos a comprar comida en un supermercado o parecido. Eran primeras horas de la tarde, por lo que las tiendas estaban aún cerradas, entonces decidimos comer en un bar y después comprar para la cena y el día siguiente, pero tardaron mucho tiempo en servirnos y nos fuimos sin comer, compramos, picamos un poco, y viendo que se aproximaba una tormenta decidimos continuar. En la tienda de ultramarinos nos dijeron que para llegar a Puente Palo nos tendríamos que bajar muchas veces de la bici y cuando el hombre vió las bicis cargadas de equipaje, nos dijo que así era imposible llegar al menos subidos en ellas.

Salimos de este pueblo precioso de la Alpujarra dirección hacia abajo hasta cruzar el río que estaba muy encajonado y comenzamos a subir por la carretera que traíamos hasta llegar a una ermita o algo parecido llamado Padre Eterno.

Aquí comenzaba la subida reseñada en el libro y por el señor del ultramarinos. La primera parte era asfaltada. Nosotros pensábamos que la subida iban a ser 4 o 5 kilómetros, pero llegados estos, que eran realmente duros (creo que en la subida al Tourmalet no hay ningún repecho tan duro como algunos de esta subida) se convirtió en pista, que ya contábamos con ello, pero al llegar a los 5 kilómetros aprox. llegamos a un cruce y vimos un cartel que indicaba, a la derecha a Puente Palo a 6 kilómetros. Esto nos hundió porque veníamos bastante cansados y esto además de no contar con ello, era también muy empinado y nos iba a suponer otra hora mas de pedaleo.

Seguimos subiendo y mirando el reloj viendo pasar los números muy lentamente. Por fin llegamos a la fuente de las rosas que nos hizo saber que nos quedaba 1 kilómetro, pero aún sabiendo esto no nos levató mucho la moral pues veníamos muy cansados y solo queríamos llegar al P.P.P. (Puto Puente Palo).

Nada mas llegar nos metimos en el bar-refugio que como ponía en el libro allí estaba, pero yo me llevé una gran decepción pues pensaba que iba a ser un refugio e ibamos a poder dormir como el primer día y sin embargo simplemente era un bar en una zona de acampada.

Nos tomamos un Cola-Cao calentito, ya que estaba atardeciendo y nos pusimos a montar la tienda de campaña por si llovía. Después fuimos al servicio y una vez allí, llegaron dos ciclistas que venían en el mismo plan que nosotros, y estuvimos hablando con ellos un rato, y todo nos hizo pensar que eran aun mas pardillos que nosotros pues ya se habían perdido varias veces y no llevaban tienda de campaña y supusimos que tampoco nada para calentar comida, si es que tenían algo que calentar.

Nos pusimos a cenar en la tienda y comenzó a llover y a hacer bastante viento y frío. Nos metimos en el saco y cada vez hacía mas viento. A media noche yo me desperté por el frío, y tenía puesta hasta la chaquetilla wind-stopper de la bici, no era normal. El aire entraba por todas partes hasta llegar a mi, pasé mas frío que nunca, estaba un poco enfermo y con fiebre seguramente. Por fin se calmó el viento y pude dormir un poco.