Tandil - La Pastora - Gardey - Maria Ignacia - Villa Cacique - Barker - Azucena

Arme este circuito para volver a las Sierras de Buenos Aires, esta zona de paisajes y pueblos que tanto me atraen. Lo hice con la intención...si, intención y no objetivo!, de disfrutar. Para esto me plantie contar con el tiempo suficiente no solo para gozar lo que, al ritmo que la bici se nos permite!.... apreciar, observar y escuchar, sino que tambien poder hacer camping... amo armar la carpa, un gusto que tengo de mucho antes de la bici.

Una aventura que arranco bien temprano desde Tandil, un dia cansador ya que no solo tenia que pedalear sino que tuve que trasladarme algo mas de cuatro horitas desde CABA. Asi y todo, 9:30 ya estaba en la bici, traspirando la primeras subidas hasta alcanzar el llano a el Paraje La Pastora. Un recorrido con "gotitas" hasta Gardey y un camino de "serrucho" mal, hasta el balneario de Vela donde haria primera noche. Una noche que jamas olvidare donde realmente tuve una prueba que pasar...dudas, tormenta maaaalll, sin resguardo ni refugio de milagro la carpa no se inundó. Un plastico salvador impidio que pase a mayores. Cambiado, seco y sopita mediante nunca me dormi tan rapido.
El segundo dia, la segunda parte del "serrucho" hasta Vela, o Maria Ignacia como en realidad se llama. Aca fui mas precavido y me abasteci del kit ante emergencias, un salme y queso!. Desde aqui, el camino fue una .."manteca" diria el bambino, asfalto por el acceso hasta la 74 y luego otro asfalto recorriendo un camino alucinante ondulado pasando por los cerros "El Sombrero" y "Las Cuchillas de las Aguilas". Agoté la existencia de sandwich que me quedaba para completar el recorrido hasta Villa Cacique y llegar hasta el Complejo Loma Negra, espectacular comodisimo y con...ducha de agua caliente, privilegio que en Vela no tuve!.
Para el tercer dia, andaba como un duque...viento a favor! y mi cuerpo, mi cola (je) en particular ya estaba acostumbrado a las horas de pedaleo diarias y las subidas y bajas eran pan comido. Paso por Barker, una visita a La Azucena, el toque raro del recorrido donde no faltó que me persiguieran en moto...vió aveces la paisanada se preocupa por el forastero que saca fotos en lugares que por algun motivo...no deberia!.
Mi primera "buena" comida, unas empanadas riquisimas en el Almacen Las Cuatro Esquinas ya junto a la ruta de nuevo. Un souvenir de queso para recordar la aventura...ya aca en casa!.
El resto del viaje fue un camino fabuloso, me auto generé mas esfuerzo a proposito con tremendas subidas para poder acercarme a Tandil por el lado del "El Centinela" y pasar por el dique. Algo que al final poco disfrute porque encontré un Tandil muy distinto al que era cuando arranque, un lugar abarrotado de gente y autos por todos lados....mucho para viaje introspectivo.

Un viaje que si pudiera, repetiría mañana mismo, aventuras y recuerdos que atesorar, anécdotas que recordar con el paso del tiempo.