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Ruta 9.Cañada de Tarragoya

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Trail stats

Distance
19.94 mi
Elevation gain
673 ft
Technical difficulty
Moderate
Elevation loss
1,663 ft
Max elevation
3,799 ft
TrailRank 
14
Min elevation
2,597 ft
Trail type
One Way
Coordinates
400
Uploaded
January 26, 2023
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near La Junquera, Murcia (España)

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Itinerary description

La rambla Tarragoya, posee un régimen hidrológico de tipo torrencial ya
prácticamente inactivo, si bien por su cauce discurre una pequeña corriente continua
de agua. Su origen se encuentra en la Hoya de la Junquera a 1.090 de altitud, ya en
los límites con las provincias de Almería y Granada. Su cauce es alimentado por
numerosos barrancos y ramblas que le tributan sus aguas: Perigallo, Bojar, Junquera,
Tornajuelo, Salteador o Munueras, son algunas de ellos. Su longitud, desde el lugar
de origen hasta la pedanía de La Almudema, a 786 m de altitud, lugar en el que ya
toma oficialmente el nombre de Río Quípar, es de 26 Km, con una pendiente media
del 11,2%.
Este paisaje rural perteneciente al municipio de Caravaca, paisaje en el que destacan
las elevaciones prácticamente aisladas, constituidas por calizas jurásicas y con
pendientes muy acusadas como el Cerro del Carro o el Cerro del Ahorcado; del mismo
modo llama la atención la existencia de una gran planicie, extensa superficie que se
extiende desde el pie de la Sierra de Mojantes, hasta el caserío de Tarragoya con una
débil pendiente hacia el sur por los llanos del Tornajuelo y las Aguzaderas, abriéndose
y extendiéndose al oeste hacia la cercana altiplanicie granadina.
El valle del Quípar, conforma una importante y ancestral ruta natural de comunicación
entre el Levante peninsular y la Alta Andalucía, constituyendo un corredor muy
utilizado desde los inicios de la romanización. Durante las guerras de frontera entre
los reinos musulmanes y cristianos peninsulares, este paso natural tuvo una gran
trascendencia y es citado en las crónicas de la época. Según parece, el llano de
Caravaca fue la vía que utilizó Alfonso I el Batallador a su regreso de al-Andalus, tras
la fulgurante campana del año 1126.
La ruta, asciende el valle del Alto Quípar desde la diputación de La Almudema hasta
alcanzar sus fuentes en el paraje de La Junquera, atravesando un espacio rural donde
la despoblación y en parte el abandono se hace visible a cada paso. El paisaje se ofrece
al viajero, como un itinerario salpicado por elementos patrimoniales naturales y
culturales. La propuesta está diseñada como un recorrido lineal que utiliza la bicicleta
como medio para vivir de cerca elementos patrimoniales y conocer parte de los usos
y tradiciones que han atesorado las gentes de estas tierras.

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Waypoints

PictographRiver Altitude 3,587 ft

Río Quipar

Curso fluvial. Valores naturales, ambientales y paisajísticos. El río Quípar (del árabe hispano Al Quipir) constituye un pequeño río, afluente del Segura al que tributa por su margen derecha. Nace en la vertiente este de la sierra de la Zarza en el término municipal de Caravaca en el límite con Almería. Las aguas brotan en la fuente de La Junquera junto a la población del mismo nombre a 1.000 m de altitud. Tributas entronca con el río Segura, en el paraje de los Almadenes del río Quípar a 250 m de altitud, después de un recorrido de 48,2 km de longitud. Su cuenca de recepción cubre una superficie de 834,6 km2. Recogiendo las aguas de la vertiente sureste del macizo de Revolcadores. En su recorrido atraviesa las sierras de las Cabras, Quípar y los Cabezos de la Jabalina, para terminar partiendo el sistema montañoso compuesto por las sierras de la Palera y el Molino, tras su paso por el embalse de Alfonso XIII, alcanzando así el Segura, ya en el municipio de Calasparra. El río Quípar ha dado vida desde antaño a importantes poblados y yacimientos arqueológicos y que han legado interesantes restos culturales, distribuidos a lo largo de su cauce. Es en el denominado Estrecho de las Cuevas, donde se ubica la cueva Negra, yacimiento del Hombre de Heidelburgo europeo (Homo heidelbergensis) precursor directo del Hombre de Neandertal. Los restos hallados en la cueva corresponden a un periodo comprendido entre 60.000 y 40.000 años, durante el último periodo glacial. El Complejo Arqueológico de la Encarnación, está compuesto por dos estructuras de templos clásicos romanos que en el siglo II antes de Cristo coronaban el actual Cerro de la Ermita. Posteriormente el discurre río por el término municipal de Cehegín, en paralelo al río Argos. Donde bordea los restos de la antigua Al Quipir, y unos kilómetros más adelante la ciudad visigoda de Begastri. Sigue su recorrido regando los cultivos adyacentes y dando riqueza al paisaje. Atraviesa las antiguas baños romanos de Gilico, y las minas del mismo nombre, donde se extraía magnetita y a partir de las cuales se ha formado un lago en el corte que hizo la mina. Alcaraván Desde La Almudema hasta su desembocadura, el río constituye un importante espacio natural, incluido en la Red Natura 2000 con la figura de ZEPA, (Zona de Especial Protección de Aves), con el nombre de Sierra del Molino, Embalse del Quípar y Llanos de Cagitán. Ya que cumple los criterios numéricos establecidos por la presencia de especies como, Búho real (Bubo bubo), Halcón peregrino (Falco peregrinus), Cigüeñuela (Himantopus himantopus), Alcaraván (Burhinus oecdicnemus) y Chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax). Los cauces y tierras protegidas ocupan una superficie de 28.076 ha. Las estaciones de seguimiento de la presencia de nutria (Lutra lutra) como especie emblemática, muestran su distribución en todo su cauce.

PictographWaypoint Altitude 3,585 ft

La Capellanía

Pueblos abandonados. Patrimonio rural y etnográfico. A lo largo de la historia, las poblaciones asentadas en el trazado de la Cañada de Tarragoya, ha sufrido importantes flujos migratorios, al ser una importante vía de comunicación las gentes se han asentado en este territorio. Por el contrario durante los periodos en que ha sido frontera la población abandonaba un lugar tan peligroso. En el último cuarto del siglo XV, coincidiendo con el ocaso del sultanato granadino, se vuelve a colonizar el campo caravaqueño. El concejo de la ciudad procedió a repartir gran parte de tierras que habían estado próximos a la frontera de Granada, entre ellos el territorio de Celda que había quedado integrado en la Encomienda de Caravaca. Hacia 1.487, el maestre de la Orden de Santiago concedió diversas tierras en Celda a Diego Chacón, vicario de Caravaca, que fundó una hacienda aprovechando la infraestructura hidráulica de época islámica. Un documento de 1.720 que recoge la visitas a las ermitas rurales, en el se relata: La desmembración de la Capellanía de la Celda que fundara Diego Chacón tuvo lugar en 1.808. Sus bienes fueron vendidos por el gobernador de Caravaca don Andrés Antonio Romero, en nombre del Estado, a diversos particulares. Tras la profunda crisis social y econóimica producida por la Guerra Civil, las cortijadas y pedanía sufrieron una paulalita y permanente despoblación en favor de otros territorios con mas oportunidades. El caso más significativo fue el total abandono de El Retamalejo, que hoy constituyen un grupo de unas 10 casas totalmente deshabitadas y en avanzado proceso de destrucción. El problema se sigue extiendiendo por muchos más núcleos rurales como: Los Royos, El Moralejo La Capellanía La Junquera

PictographReligious site Altitude 3,702 ft

Ermita de San Isidro

Espacios religiosos. Patrimonio cultural y etnográfico. La dispersión de la población que habita a lo largo de la Cañada de Tarragoya en pequeños núcleos rurales o cortijadas, así como la escasez de población debido a la despoblación, hace que la religiosidad de los habitantes recurra a pequeñas ermitas rurales y a romerías de carácter anual que sirven como excusa para reunir a la población local y la emigrada en torno a la pasión y el hecho religioso. Durante el mes de diciembre la pedanía de Los Royos celebra la festividad de su patrona, Virgen de la Purísima Concepción, y los vecinos celebran la fiesta con una típica matanza de cerdo y una comida de hermandad con carne asada y embutidos. Ermita de la Purísima Concepción (Los Royos) En 1.956, la población en El Moralejo se construía su actual ermita, bajo la advocación de la Virgen de Fátima, siendo el fabriquero Daniel Sánchez. Ermita virgen de Fátima Ntra. Sra. de los Dolores (La Almudema) Romería de San Isidro Labrador a la ermita de Los Poyos de Celda. Los Royos y El Moralejo han recuperado receintemente en mayo, la Romería de San Isidro Labrador a la ermita de Los Poyos de Celda. Vecinos de las pedanías altas de Caravaca organizan esta fiesta con tradición en torno al patrón de los agricultores, fiesta, que se perdió a mediados del siglo XX. La romería a La Capellanía se acompaña de actividades para divulgar el patrimonio, la gastronomía y la cultura rural del campo de Caravaca. El recorrido tiene parada en la Torre Girón, donde se realiza un encuentro entre los pueblos y sus respectivas patronas. Ya en la ermita de los Poyos de Celda tiene lugar la ofrenda al patrón. Las actividades prosiguen el domingo siguiente, con la celebración de misa y la bendición de los campos, todo ello amenizado por grupos de animeros y coros.

PictographRuins Altitude 3,792 ft

Castillo Poyos de Celda

Fortaleza medieval. Patrimonio cultural. Los restos del castillo de Poyos de Celda se disponen sobre una planta trapezoidal, adaptada a la cumbre del Cerro del Castillo a 1.188 m de altitud. Su superficie tiene unas dimensiones medias de unos 20 m en sentido norte-sur y 55 m de este-oeste. El recinto se encuentra flanqueado mediante seis torreones bien distribuidos y adosados a sus lados mayores, los situados al oeste son los peor conservados, apenas perceptibles bajo sus propios escombros. Excavado un pequeño sector exterior en la mitad sur, lops trabajos revelaron que los muros estan enlucidos, al tiempo que surgió un pequeño acceso en parte tallada en la roca (potera). En su interior, se encuentran varios aljibes, uno aún conserva su bóveda de medio cañón. Por la parte norte del recinto, parece que hacia el exterior se le adosó otro espacio fortificado, de mucha menor entidad, que quizás sirviese como redil o albacar. El castillo fue vinculado por algunos arqueólogos con Yayttila, una fortaleza mencionada por el geógrafo almeriense al-Udri a mediados del siglo XII. El geógrafo señala que desde Lorca a hisn Yayttila había 22 millas, y que desde aquí se llegaba a la Gran Calzada {al-Mahayya al-Uzma), vía general que comunicaba Córdoba con Valencia por el interior. El Topónimo de Celda aparece por primera vez en la documentación cristiana en el año 1.246, ocupando términos con Vélez y Burgueja. Durante el siglo XVI, conocemos la existencia de varias cañadas y veredas de ganados por donde transitaban los rebaños procedentes de Lorca y Cartagena hasta las sierras de Taibilla y Segura. El itinerario atravesaba en sentido longitudinal el término de Caravaca, comenzando por Campo Coy, cañada del Hambre, las Salinas, cañada de las Munueras, los Royos, Celda, Sorbas hasta concluir en la fuente de la Junquera, donde entraba en la jurisdicción de Huescar por el campo de Buguéjar y Puebla de Don Fadrique (Volteruela). Desde

PictographFountain Altitude 3,194 ft

Lavadero

Lavaderos municipales. Interés hidráulico y etnográfico. El lavadero público, es una construcción realizada al aire libre, algunos con una sencilla cubierta, alimentada por una corriente de agua, procedente de una fuente o acequia. En ellos se congregaban cada día decenas de mujeres que acudían cargadas con cestas y calderos a lavar la ropa. La mayoría de ellos fueron construidos en el siglo XIX y principios del XX, una infraestructura hidráulica que fue un alivio para aquellas mujeres que se pasaron media vida frotando con la pastilla de jabón agachadas, en la acequia, balsa, río… Espacios públicos que no sólo han servido para las tareas domésticas de lavado de la ropa o como puntos para saciar la sed de las bestias de carga y del ganado. Desde siempre han constituido importantes puntos de reunión, para la sociabilidad femenina, trasiego de información, origen de chascarrillos, refranes, leyendas, habladurías, antaño muy populares en los pueblos, y hoy simplemente son la crónica de una época en la que el contacto social no entendía de redes sociales. Contacto social y humano, puro y duro, para una población femenina que en los núcleos rurales no contaba con demasiados lugares ni pretextos para encontrarse, y sobre la que recaía la tarea del lavado de la ropa como una actividad exclusiva, vetada para los hombres que, liberados de las tareas domésticas, contaban con otros muchos lugares para su esparcimiento como la bolera, la taberna, la plaza… Los lavaderos eran recintos de gran contenido y valor sociológico y etnográfico en los cuales surgían máximas, refranes, expresiones, como: "lavar los trapos sucios" (en relación a contar intimidades propias o ajenas) o "hay ropa tendida" (modo de avisar que no se puede hablar delante de una persona determinada, o de algún niño). Los antiguos lavaderos públicos se mantienen como testigos de unas tradiciones y usos extendidos por todas las los pueblos y cortijadas, donde hasta hace unas décadas era fácil encontrar pilas de piedra junto a acequias y lavaderos de obra en los cauces de riego o manatiales. El lavadero de La Almudema, consta de una pequeña construcción cubierta con tejado a un agua. Está dotado con 34 zonas de lavado y situado al principio de la calle Molino. El lavadero de Los Royos, está formado por un conjunto que cuenta con nueve zonas de lavado, con pilas individuales, el manantial Fuente de Los Royos, la balsa y el parque. Conjunto lleva el nombre de Antonio García Marín ‘El Bullas’, en reconocimiento por su dedicación y defensa de las tradiciones del pueblo. El Moralejo cuenta con un lavadro cubierto con tejado a un agua, situado a la salida de la carretera de Caravaca, junto a la perqueña ermita de la Virgen de Fátima.

PictographReligious site Altitude 3,214 ft

Ermita

Espacios religiosos. Patrimonio cultural y etnográfico. La dispersión de la población que habita a lo largo de la Cañada de Tarragoya en pequeños núcleos rurales o cortijadas, así como la escasez de población debido a la despoblación, hace que la religiosidad de los habitantes recurra a pequeñas ermitas rurales y a romerías de carácter anual que sirven como excusa para reunir a la población local y la emigrada en torno a la pasión y el hecho religioso. Durante el mes de diciembre la pedanía de Los Royos celebra la festividad de su patrona, Virgen de la Purísima Concepción, y los vecinos celebran la fiesta con una típica matanza de cerdo y una comida de hermandad con carne asada y embutidos. Ermita de la Purísima Concepción (Los Royos) En 1.956, la población en El Moralejo se construía su actual ermita, bajo la advocación de la Virgen de Fátima, siendo el fabriquero Daniel Sánchez. Ermita virgen de Fátima Ntra. Sra. de los Dolores (La Almudema) Romería de San Isidro Labrador a la ermita de Los Poyos de Celda. Los Royos y El Moralejo han recuperado receintemente en mayo, la Romería de San Isidro Labrador a la ermita de Los Poyos de Celda. Vecinos de las pedanías altas de Caravaca organizan esta fiesta con tradición en torno al patrón de los agricultores, fiesta, que se perdió a mediados del siglo XX. La romería a La Capellanía se acompaña de actividades para divulgar el patrimonio, la gastronomía y la cultura rural del campo de Caravaca. El recorrido tiene parada en la Torre Girón, donde se realiza un encuentro entre los pueblos y sus respectivas patronas. Ya en la ermita de los Poyos de Celda tiene lugar la ofrenda al patrón. Las actividades prosiguen el domingo siguiente, con la celebración de misa y la bendición de los campos, todo ello amenizado por grupos de animeros y coros.

PictographRiver Altitude 2,955 ft

Cañada de Tarragoya

Espacio rural. Patrimonio natural y cultural. El valle del Quípar, en su curso alto es conocido como la Rambla de Tarragoya, constituyendo esta un corredor natural y vía de comunicación entre el Levante peninsular y Andalucía, desde la prehistoria. El paisaje vegetal de la zona debe su diversidad al macroclima del territorio, resultado condicionado por las variaciones anuales de temperatura y pluviometría en todo el espacio. Este favorece la existencia de tres series distintas de vegetación. En las laderas menos alteradas aparecen manchas de arbóreas de carrasca, con sabinas albares y en las claros aparecen ejemplares de coscoja. En las numerosas vaguadas y arroyos de la zona, así como en ciertas extensiones con agua cercana a la superficie, prosperan olmos y álamos, sustituidos en los ambientes más degradados por zarzales y rosaledas, juncales o pastizales de hierbas vivaces (fenalares). Toda la vega de la Rambla de Tarragoya, así como las diversas ramblas y barrancos que aportan sus aguas en ella, soportan en buena parte cultivos de regadío sobre un suelo llano, formado a partir de finos sedimentos aluviales calizos. El uso del territorio ha sido y es muy intensivo, con cultivos exigentes en agua, tanto de frutales como de hortalizas, y el pastoreo de los ganados en las áreas de laderas. Todo ello muestra un paisaje muy modificado y en buena medida degradado, sin bosques primigenios y con vertientes muy erosionadas y desprovistas de vegetación. Al estar constituido como valle abierto y fácil de transitar, propició su colonización ya desde el tercer milenio a. C. Existen dos épocas que han marcado de una forma singular devenir de las gentes y la fisonomía del territorio. La relevancia económica y comercial de senda de Tarragoya durante la época ibérica y la posterior romanización queda patente en la cantidad de yacimientos ibéricos y romanos que jalonan toda la ruta. Pero sin lugar a duda la época de frontera entre el reino nazarí con el reino de Murcia, es la que ha dejado la huella más profunda. Lugar por donde se producían las incursiones musulmanas que ponían en peligro a las villas del noroeste murciano. Un cabalgada tuvo serias repercusiones en 1.392, emprendida por el sultán nazarí Muhammad VII.

PictographMonument Altitude 2,969 ft

Torres defensivas

Torres medievales. Patrimonio cultural. Uno de los elementos arquitectonicos representatives en el paisaje del campo de Caravaca lo constituyen las torres. A pesar de no ser todas iguales ni responder a una misma funcion o periodo historico, su parecido formal ha servido para dar nombre a diferentes haciendas o parajes. Un reducido numéro de estas torres fueron construidas a lo largo de la Edad Media atendiendo a diferentes criterios de carácter militar, econômico y social. Torre Mata Situada junto a la rambla, en la cortijada de Tarragoya. El nombre de Torre Mata es reciente, con anterioridad a 1.935 se denominaba Torre Muso, asi se recoge en diversos documentos del siglo XVIII y en la cartografia de 1.895. torre de planta cuadrada de 6 m de lado y altura de 9 m. Construida mediante tapial de hormigon en cajas próximas a los ochenta centímetros, consta de un recrecido visible de mamposteria que enlaza con la cubierta a dos aguas. Se accede a través de un vano centrado ubicado a 1 m de altura cuyo hueco ha sido obrado. En el primer cuerpo se aprecian dos saeteras abocinadas opuestas, una en cada lado, que inciden en su aspecto defensivo. La fábrica de piedra y la solucion de vertientes son posteriores, probablemente del siglo XV o XVI. En origen debia contar con uno o dos cuerpos mas de altura. Con el tiempo fue desmochada, emplazando un nuevo muro de mamposterfa mas delgado, de unos 0,60 m de ancho sobre la fábrica de tapial. El nombre de Torre Muso, deriva del apellido familiar propietaria a lo largo del tiempo. Los Castillitos Cerca de Torre Mata, al otro lado de la rambla, se eleva sobre un pequeno altozano los restos de una pequeña torre, Los Castillicos, estructura de planta cuadrada, de unos 4 m de lado y alzado visible de 1 m. No se aprecia vano de acceso por lo que este debia estar situado en el primer cuerpo. Los muros estân construidos a base de piedras irregulares, trabadas con yeso y revestimientos del mismo material, siendo probable que el resto del alzado fuese obra de tapial de tierra. En los lados oriental y occidental, son visibles unos escombros que, posiblemente, delatan la existencia de otras estructuras anexas. Torre Girón Las residencias senoriales constituyen una pieza singular en el proceso de colonizacion del campo desde principios de la Edad Moderna hasta el siglo XIX. La Torre Giron, estuvo ubicada en el paraje de La Losa bajo el cerro del Carro. Se conoce su figura gracias a unas plumillas del XIX. La fundación de la hacienda, a principios del siglo XVI, fue obra de Gutierre de Robles. Al poco pasó a manos de los Girones quienes la han mantenido desde entonces. El edifïcio contaba con planta baja, dos cuerpos superiores y cubierta a cuatro aguas. En el primer cuerpo se encontraba un gran balcon central con barandilla de madera torneada, en el segundo, existian sendas ventanas de jamba abocinada. Adosadas a la torre, se hallaban otras viviendas mas bajas y una tapia que cerraban el recinto a cielo abierto.

Arqueología Cañada Tarragoya

Yacimientos arqueológicos. Patrimonio cultural. Los yacimientos arqueológicos catalogados en la Cañada de Tarragoya se extienden, cronológicamente, desde la época neolítica hasta la medieval cristiana, siendo abundantes los restos de época romana. Argárico es el yacimiento del Cerro de la Clavellina, y neolíticos son los del Cerro de Morales y el Cerro de la Capellanía. Restos íberos en La Poza y la Loma de la Casa Nueva. Aparecen hábitats de colonización romana, en los yacimientos de Fuente de Los Royos, Fuente Cortijo del Pulpite, Las Carrasquicas y Casa de los Morales, muestras de la importancia de este territorio para el Imperio Romano. Centauro de los Royos Representación de un centauro griego con cabellera y barba largas. La parte anterior es humana y la posterior animal. Con la mano derecha se golpea el lomo y en la izquierda llevaba originariamente unas ramas a modo de armas. La figura sintetiza la persecución y huida de los centauros acosados por Heracles. Este bronce, está datado en la primera mitad del siglo VI a.C. Producto importado de Grecia, que decoraba algún utensilio de lujo y pudo servir como regalo al príncipe o aristócrata ibero que controlaba el territorio de la cañada de Tarragoya. Su aparición en Los Royos señala la ruta de comercio desde Levante hacia el interior de Andalucía. En la actualidad se exhibe en el Museo Arqueológico Nacional (MAN) en Madrid. Ídolo de Los Royos El ídolo fue hallado casualmente en la ladera de una pequeña colina, situada al noroeste del Cerro del Carro. Por el material arqueológico hallado en la superficie se le encuadra cronológicamente en el el periodo Calcolítico (2500/2250 a.C.). El ídolo va vestido, está elaborado en un asta curvada de animal, por el anverso se encuentra totalmente decorada con un fino trabajo de tallado inciso, formado en la parte superior por dos grandes ojos radiales entre marcadas líneas curvadas, que pueden representar las cejas, el tatuaje facial o escarificaciones producidas en el rostro. La parte central está decorada con cinco bandas que reproducen una túnica formada por dos grandes bandas tejidas con motivos reticulados y espigados. Ambas bandas están enmarcadas por bandas más estrechas, una superior que puede formar el cuello de la túnica, una central y otra inferior que puede ilustrar el remate de la pieza tejida. Las dimensiones del ídolo alcanzan los 165 mm. de longitud, 21 mm. de anchura mínima y 24 mm. de máxima, siendo su grosor de 8 mm. Se exhibe en el Museo Arqueológico de Lorca.

PictographBridge Altitude 2,592 ft

Puente

Infraestructura hidráulica. Patrimonio cultural. El 25 de julio de 1885, en plena epidemia de cólera, se anuncia la construcción de la carretera que uniría Lorca-Caravaca. El 27 de enero siguiente ya estaba construida el tramo de Lorca-Águilas. En diciembre de 1888 se entregó la segunda fase compuesta por 22 km, en abril del año siguiente los trabajos estaban muy adelantados, a principios de julio, se abrieron al público los primeros 16 km desde Caravaca. En noviembre de 1889 se expropiaron los terrenos para construir el segundo tramo de la carretera al tiempo que acopiaban los materiales necesarios para la construcción del puente sobre la rambla de Caravaca, en las proximidades de Lorca. En julio de 1891 ya estaban construidos un total de 37 kilómetros de recorrido. En febrero de 1892 se exponía al público el proyecto de la sección cuarta de la carretera Caravaca-Águilas, en la travesía de Lorca. El 6 de junio de 1892 fue la fecha fijada para entregar el puente de La Almudema construido sobre la rambla de Tarragoya. En 1893 continuaban construyendo la última sección de Caravaca-Lorca y ya se consideraba que la carretera estaba prácticamente acabada. Aunque se continuaba utilizándose, en algunas zonas, el antiguo camino que se encontraba impracticable. En octubre de 1894 se quejaban los vecinos de que hacía un año que estaban concluidas las obras y todavía no se había abierto al público. El puente de la Almudema, imponente obra hidráulica, está construido en piedra caliza, su estructura se caracteriza por la gran relación de vano macizo, (el sistema de la bóveda que permite prolongar sus arcos en profundidad, con el fin de soportar más peso) y por la presencia de unos arcos rebajados de aligeramiento sobre las pilas de soporte, lo que da una gran amplitud a los ojos del puente. Las pilas que soportan los arcos están rematadas en sus extremos con formas redondeadas a modo de tajamar, con la misión de desviar durante los episodios de grandes avenidas los materiales de gran tamaño arrastrados por la rambla, con el fin de que no perjudiquen la estabilidad de la estructura. El puente con una longitud total de 230 m de longitud, está distribuidos en tres secciones, la central es la más robusta. Sus estribos están consolidados sobre las suaves y amplias márgenes de la rambla. En la coronación, la plataforma es totalmente horizontal, el paso superior está protegido por pretiles de piedra con cuatro apartaderos para los peatones en la sección central.

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