Rodando por la carretera vieja Cali - Buenaventura Queremal-El Danubio-Aguaclara-Sabaletas- Buenaventura

RUTA DE LAS CASCADAS
Rodando por la carretera vieja Cali-Buenaventura
Queremal-El Danubio-Agua Clara-El Pailón-Buenaventura
15 y 16 enero de 2018

Esta maravillosa travesía de 87 km nos permitió recorrer la carretera Simón Bolivar. La primera vía que comunicó el puerto de Buenaventura con el interior del Colombia. Su nombre se debe a que esa fue la ruta usada por Simón Bolivar para bajar al sur del Continente. La misma está llena de historias de oro, indígenas, esclavos, calabozos y conflicto armado

A punta de hacha, machete y dinamita descuajaron árboles y tumbaron peñascos para abrir, en 1926, ésta vía de 120 km, que sería inaugurada 20 años después y por la cual entraron los equipos y maquinaria que trajeron el desarrollo al país

Ésta vía, por donde pasó dos veces la vuelta a Colombia y durante su apogeo hubo comercio, hospedajes y restaurantes, dejó de ser nacional en 1995 y se volvió responsabilidad del departamento, cuando se construyó la pavimentada
Cabal Pombo. En los archivos aparece pavimentada 4 veces pero nunca lo han hecho. Se han robado la plata

La carretera tiene tramos devorados por la maleza, sitios donde los bejucos que cuelgan de los gigantescos árboles oscurecen el panorama y hasta una cascada (la de El Angel) que baña a quienes pasan por ahí. Sin embargo existe, en el momento, un proyecto de pavimentar la vía que va desde Buenaventura hasta Aguaclara, para impulsar el turismo ecológico en la zona

Haberla recorrido, aún sin intervenir, la hizo mucho mas especial pues, durante dos días, rodamos 87 de los 120 km, por un pedazo de la selva e idiosincrasia del pacífico colombiano.

1er DÍA 15 ENERO QUEREMAL - EL DANUBIO 33KM

Averiguando sobre ésta vía, que arranca en el km 23, pasa por el Queremal, sale a Aguaclara y termina en El Pailón, cerca a Buenaventura; encontré una empresa caleña llamada Extremo Total que ha hecho ésta ruta en bicicleta bajo el nombre "Travesía Pacífico".

Ellos hacen la jornada en un sólo día, nosotros, Luis y yo, decidimos hacerla en dos días y empezarla en Queremal, a 48 km de Cali, como lo hacen ellos.

Comenzar allí la montada es recomendable pues la vía pavimentada hasta allá es angosta y no tiene verma - lo cual la vuelve peligrosa para rodar-. Fue por eso que preferimos tomar bus hasta édsa población.

Casi a medio día empezamos a rodar. Nos dijeron que nos esperaba un latgo descenso de 30 km, 15 pavimentados y 15 destapados. En el trayecto vimos, seguidos unos de otros, decenas de caseríos asentados a la orilla de la vía

El comienzo de la jornada estuvo acompañado por el río Qeremal a nuestra izquierda y medianas montañas con sus respectivos cañones de agua. Mas adelante nos topamos con una exhuberante cascada que obligó fotografiarla.

Lejos estábamos de pensar que ése sería el leit motiv de éste paseo: Agua manifestada en todas sus expresiones: brizna, riachuelos, nacimientos, pozos, quebradas, ríos y unas majestuosas cascadas que encontramos a lo largo y ancho de éste recorrido y, gracias a las cuales, ésta crónica lleva su nombre.

En ésta primera parte del recorrido, la carretera transcurre entre los Farallones de Cali y la Reserva Natural Achicanyá. Ecosistema que comienza en Queremal y termina en San Marcos.

Pasamos por el 57, vereda la Elsa, Vereda la Torre, Qda Los Caleños, Rioblanco-en donde hay hospedaje y tiendas- El Alivio, El Placer, Cauces, El Cauchal y El Danubio que resultó ser sitio de aventura ya que ofrecen servicios de torrentismo, neumático sobre el Río Achincayá y rivering por la qda La Sirena que conduce a una cascada que lleva el mismo nombre.

Cerca al final del descenso se rueda un rato bordeando el amplio Río Achincayá. Hasta El Danubio la carrereta se encuentra en excelente estado ya que su mantenimiento corre por cuenta de la Empresa de Energía del Pacífico y la Asociacion Cafetera de la región

Si bien a éste poblado llegamos aproximadamente las 4 de la tarde, y nosotros queríamos llegar, ése día, hasta Agua Claras , decidimos terminar allí la primera jornada pues sabíamos que para arribar al próximo caserío, nos esperaba un ascenso de 9 km, con su respectivo descenso, y seguramente nos cogería la noche.

En El Danubio, que también podría ser Azul -como el vals- dada la claridad de sus aguas, dormimos la primera noche de la travesía. Allí celebramos con un poco de "Viche" y "Arrechón", licores típicos de la región.

2do DIA EL DANUBIO-AGUA CLARA-SABALETAS- BUENAVENTURA 54KM

Salimos de El Danubio para emprender un ascenso tendido de 9km que nos llevó a un alto para ver una de las dos hidroeléctricas que construyeron, en los 70´s, en menos de 10km, mejicanos y españoles para dar luz a Jumbo y Buenaventura. Para ello aprovecharon la cuenca del Río Achincayá.

Seguimos en descenso y a pocos metros de dejar el alto encontramos una desbordante cascada llamada "El Angel" que cae en toda la mitad de la carretera y que le da un toque aún más exhuberante, al selvático paisaje. Cerca de ella hay una comunidad indígena de los Embera Chamí

En éste punto la carretera se torna más agrestre. Seguimos bajando. Tanto la subida como, el técnico descenso de 9km, estuvo acompañado de mucha agua: cascadas, riachuelos y charcos cristalinos que reflejan la virginidad de éstas tierras.

En estos 18 km, entre subida y bajada, no encontramos ni una sola casa. Éste fue el único tramo solitario de la travesía pues una vez llegamos de nuevo al plan se dejaron venir decenas de caserios, cada vez más poblados, que le dan una aire pintoresco a la vía

El primero fue Agua Clara, el lugar turístico más hermoso de ésta vía. Las cristalinas aguas del ancho Río cautivan a quienes transitan por ésta carretera

Allí la parada es obligada y por eso nos detuvimos a bañarnos en el Río, caminar un poco por su rivera y almorzar.

Tras un delicioso chapuzón volvimos a las ciclas para continuar por la carretera que nos llevó por Tatabro, Llano Bajo, San Marcos, Guaimia, Sabaletas, Dagua y Buenaventura. Otro trayecto lleno de riqueza hídrica con más de 114 quebradas

Los columpios son el común denominador de ésta parte del trayecto. En algunos puntos la vía se vuelve bastante extrema de cuenta de una piedra grande y suelta que, en algunos puntos, obliga a bajar de la cicla para evitar una caída aparatosa.

Cerca al Puerto pasamos por Dagua, caserío asentado al borde del hermoso Río Dagua, otro centro turístico de la vía que, ése día, estaba lleno de turitas.

Cayendo la tarde, después de rodar 54 km, entramos al Puerto de Buenaventura con la satisfacción de haber conocido una abandonada, pero hermosa trocha legendaria de nuestra Colombia querida.

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