PORTUGAL 2023. Etapa 1: Badajoz - Evora

Salimos por el carril bici que nos lleva por el parque del margen derecho del río Guadiana. Cruzamos bajo el puente de la Universidad y, justo después de pasar bajo el puente Real, "ascendemos" a la Avda. Real en dirección a la Avda. Elvas, que la cogemos por la izquierda hacia Portugal. Continuamos por carril bici hasta alcanzar el Centro Comercial de El Faro. Se acaba el carril bici y en la rotonda seguimos de frente en dirección a la aduana y la frontera con Portugal por el antiguo puesto fronterizo del río Caia (Caya). Ya en territorio portugués seguimos unos 7 km por la vía de servicio de la A6 hasta conectar con la N4.

A continuación, tenemos algo menos de 4 km por el arcén de la N4 acondicionado como carril bici hasta la localidad de Elvas. Una ciudad pequeña y agradable, llena de monumentos, clasificada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2012. Salimos de Elvas hacia el sur buscando la N373 que, en unos 17 km de llano adehesado, donde conviven la encina y el olivo con campos de cereal, llegamos a la Albufera de Alqueva. Después de cruzar el puente nos desviamos a la izquierda, para entrar en la pequeña localidad de Juromenha y visitar su la fortaleza, además de contemplar las preciosas panorámicas de la albufera y de la ribera del Guadiana.

De nuevo en la N373 tenemos unos 15 kms de falso llano hasta la localidad de Alandroal. Aquí visitamos su castillo de final del siglo XIII que desempeñó un papel importante en los conflictos hispano-portugueses. Salimos por el suroeste de Alandroal en dirección a Redondo continuando por la N373. Transitamos por largas rectas con un perfil ligeramente ondulado y en unos 11 kms conectamos con la N254 que en 3 kms nos acerca a la localidad de Redondo. Continuamos por la N254 para recorrer los 35 km que quedan hasta Évora. La ciudad-museo con raíces que se remontan a la época del Imperio romano. La ciudad todavía conserva, en gran parte de su área central, vestigios de diversas civilizaciones y culturas: celtas, romanos, árabes, judíos y cristianos influyeron en la cultura eborense. En 1986, el centro histórico de la ciudad fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.