Oliden - Poblet - Arana - Ignacio Correa - Bavio

Partiendo del hermoso pueblo Oliden, frente a su legendaria panadería parto un día de enero con el cielo gris encapotado. Esto no me sorprende pero el pronostico por estos años es esquivo a la lluvia y esta tampoco iba a ser mucha. Arrancando por el asfalto con el que se accede a Oliden desde la 36 antes de llegar a esta desvío en un camino de tierra, ya ahí daba cuenta de una condición que se repetiría durante todo el circuito, o habría asfalto hecho pelota o tierra, también hecha pelota...ambas por igual. El asfalto facilito un poco las cosas, llegando a Poblet finalmente empezó a llover!. Luego de un paso mas o menos fugaz por allí , encuentro todo cerrado, continuo viaje paralelo a la vía, encuentro los pilotes que quería ver, interesantes aunque pocos, de un tramo de puente que ya no existe.
Continuamos viaje para Arana, los caminos alternan asfalto y tierra consolidada el pedaleo aunque con lluvia, se hace sin problema. La particularidad del paisaje en esta zona lo da la casi totalidad de campos ocupados con huertas y largas extensiones de invernaderos. En Arana, una nueva frustración, la Estación apenas se ve entre construcciones un cerramiento que impide el acceso por ser privado.
Sigo camino hacia Correas, un camino entre arboles llama mi atención así como la presencia de muchos ciclistas, cambio el recorrido levemente y para bien, al llegar a la via un grupo de ciclistas por la vía me da la pauta que podría ir a Correas por vía y así lo hice.
Al llegar a El Pescado subo a la ruta nuevamente un poco mas y llego a Ignacio Correas donde nuevamente encuentro la estación inaccesible.
Continuando, una gran recta prácticamente me lleva a Bavio o General Mansilla, como la quieras llamar. Segunda vez aquí, aprovecho el hermoso parque de la estación para almorzar con la tranquilidad de saber ya recorrido las 2/3 partes.
Un breve city tour y salir hacia Oliden. Este tramo para variar, siempre me termina quedando largo y "pelado" lo cual sumado al cansancio el sol hace que el final siempre sea bastante sufrible. Por suerte no lo fue en esta ocasión, sin apuro y con muchas provisiones frescas en mi poder lo fui haciendo de apartes para que sea mas ameno.
2 y 30 de la tarde alcanzaba Oliden nuevamente, plena siesta no se veia nadie tal como habia partido. Luego a casa!.