Luján - Carlos Keen - Villa Ruiz - Cucullú - Villa Espil - Goldney - Olivera

Junio 2023

Gran salida. Si bien durante la mitad del camino pensaba en que se trataba de una salida no tan placentera, todo cambió.....

Luego de un fresco viaje matinal en el Sarmiento, comencé el recorrido en Luján, pasando brevemente por su basílica, siempre imponente.
Para llegar a Carlos Keen es todo por asfalto, lo cual permite comenzar con el pedaleo en buenas condiciones. En Carlos Keen aún era temprano pero ya había "movimiento". Ya lo conocía, pero no por ello me privé de disfrutar su hermoso predio ferroviario, tan bien mantenido. Luego de unos mates y unas fotos, salí hacia Villa Ruiz, también por asfalto. En mencionado pueblo me detuve poco tiempo, dado que también lo conocía. Además, hay algo que "no me cierra" de Ruiz y quizás sea el hecho de no contar con un predio ferroviario tan bien cuidado y amplio como lo tienen varios pueblos que he visitado. Asi que luego de unos minutos, tomé camino hacia Cucullú (Ojo acá: Hay un cartel que expresa que luego de días lluviosos, el camino puede estar anegado).
En este punto del trayecto, empiezo a disfrutar de la salida, ya que dejo el asfalto para insertarme en caminos de tierra, envolviendome en los contextos rurales tan hermosos y característicos, con puentes, arboleda, etc....
Si siento que la estación de Villa Ruiz "no me convence", ya con Cucullú básicamente no hay forma de apreciarla, dado que se encuentra intrusada por un emprendimiento comercial. A penas una foto con el nomenclador (y autos atrás). De todas formas, el pueblo tiene una linda capilla y unas bellas obras inscriptas sobre las paredes de las paradas de colectivo. Rápidamente descarto hacer una parada para almorzar en Cucullú, por lo tanto continúo camino hacia Villa Espil, donde debía decidir si ese pequeño barrio podia ser el lugar indicado para la parada o si mejor hacerla en el final (Olivera).
El camino para llegar a Villa Espil también se disfruta (sigo sobre tierra) y una vez llegado a este pueblo, el descanso se impuso de manera hermosa, con una plaza muy bella y una paz que (ya) justificaba el esfuerzo realizado. Luego de la parada "técnica", subo a la autopista brevemente (tiene una amplia banquina, muy segura), bajando en un desvío hacia el Barrio Esperanza. El camino que une dicho punto con Goldney es hermoso. Realmente uno se interna en medio del campo, sólo con su conciencia. Y así fue hasta llegar a Goldney, un paraje que ya conocía y que de todas formas disfruté parando un rato, tomando unas fotos.
De Goldney a Olivera vuelve el asfalto (se pasa por un puente muy lindo). Llegada a Olivera, una foto al bello mural conmemorativo y a esperar al Sarmiento, para hacer las múltiples combinaciones (Sarmiento-Roca) necesarias para llegar a casa. Y con la sensación placentera de haber tenido un hermoso día.
En conclusion, un buen camino para conocer diversos pueblos, sumar km, combinar caminos de pavimento y tierra. Consejo: Quizás para hacer la experiencia gastronómica, conviene hacerlo al revés. Llegar a Keen e ir por algo de parrilla, ya sea comiendo en algunos de los múltiples locales o aprovechando el hermoso verde que tiene la estación. También es cierto que si se busca evitar el mundillo del turismo rural, entonces la dirección elegida en esta ocasión no es un mal plan; en mi caso, tuve la suerte de disfrutar de una simple pero hermosa plaza en Espil (hay un almacén/quiosco y no mucho mas, ya que la parrilla que existe solo abre los domingos, según un cartel) pero también se puede finalizar en Goldney (es un paraje) u Olivera, dos pueblos muy tranquilos. Otro factor a tener en cuenta es saber que si se para en Keen, lo que uno tome/beba luego tendrá que se "bajado" pendaleando (mínimo) una hora hasta Luján. Sumado a ello, saber que los trenes desde Mercedes ya vienen cargados de bicis. En definitiva, es pensar sobre qué factores pesan más en la decisión, pero de por sí es una hermosa salida.