Giro Sardinia etapa 4 (Cabras - Buggerru)

Nuestro viaje comienza en Barcelona. Allí decidimos dejar el coche en un parking y después de 7 lluviosos kilómetros por el centro de la ciudad llegamos al puerto donde nos espera el Ferry que nos llevará hasta Cerdeña. Después de un caótico embarque y una vez instalados en el camarote, visitamos y recorremos este monstruoso ferry a la espera de las 12 eternas horas hasta Porto Torres.
Los primeros kilómetros son por carretera nacional. Sin arcén y con todo el jaleo que conlleva el tráfico del puerto. Pronto nos desviamos y las carreteras vecinales y locales nos hacen llegar a nuestro destino en una primera etapa de transición y rodadora. Seguimos nuestra ruta hacia Bosa bordeando la costa occidental. Dura, sube y baja constante y unas vistas fantásticas. Nos acompaña el tiempo, nubes bajas y temperatura entre los 12/14° con algunos bancos de niebla en el punto más alto. Bosa es uno de los pueblos más bonitos de Italia... y es cierto. Todo el recorrido hasta Cagliari es más de lo mismo. Interminables sube-baja, bellísimas calas e infinitos senderos por los que llegar a ellas. Cada pueblo es una parada distinta, todos tienen su encanto. Los tramos de carretera peligrosos, muy peligrosos a veces. Es el único punto negativo en lo que llevamos de ruta. La entrada a Cagliari como la entrada a cualquier gran ciudad. Ruidosa y llena de turismo. Una vez allí visitamos el Bastion y callejeamos por el casco antiguo, comemos algo rápido y decidimos salir de la urbe en autobús. Mandas fue nuestra parada siguiente. Mereció la pena. Un lugar tranquilo donde cargamos pilas para lo que nosotros teníamos como " segunda parte del viaje". Un recorrido por el interior de la isla donde queremos descubrir pueblos gentes y gastronomía. La salida desde Mandas es tranquila y bonita. Llena de rincones y paisajes espectaculares. Y así será todo el recorrido hasta Ozieri, caminos sin trafico, pistas solitarias de grava y de tierra que nos hacen pensar si hay salida o si vamos por el buen camino. Intentamos pasar por todos los pueblos posibles. En ellos, visitamos su centro e incluso disfrutamos de un cafe o compramos en una tienda para luego comer en ruta. De Bolotana a Ozieri encontramos lo que fue para nosotros la etapa más dura. Al día siguiente la reconstrucción del puente Diana, nos hace dar un inesperado rodeo de 20 kilómetros para terminar con un impresionante puerto tendido y rodador. De nuevo hasta Porto Torres volvemos al tráfico espeso y peligroso, aunque de vez en cuando el terreno nos regala bonitos y tranquilos rincones. Isola Maddalena es uno de ellos. Merece la pena hacer su recorrido circular. Un grandisimo viaje lleno de bonitos recuerdos y estancias maravillosas.