Gandía - Cova Negra - Játiva

Tomamos el tren en Valencia Norte a las 08:41 y nos deja en Gandía a las 09:44 h.
Sigue siendo un misterio el porqué el ingeniero de turno decidió habilitar el espacio destinado a bicicletas en el tren justo en el punto mas estrecho del mismo: frente a la puerta del aseo. Menos de 80 cm en total para colocar ahí la bicicleta. Sin novedad en RENFE…

Tomamos un café en el bar de la estación de Gandía y nos ponemos en marcha a las 10:00h.

La forma mas cómoda de acceder a la ruta desde la estación es hacia el oeste, por la calle Alcira y la avenida Beniopa hasta llegar al cauce del barranco de Beniopa. No lo cruzaremos, sino que giraremos a la izquierda por la calle Maravillas cauce arriba, siguiendo hacia el oeste para, desde la calle Parpalló llegar a la carretera de Barx (CV-675)
Nada mas superar la primera rotonda y pasar bajo la carretera N-332 enfliamos la ruta ya fuera de Gandía.
Durante tres kilómetros y medio circularemos kilómetros a la vista del barranco de Beniopa y paralelos a la antigua cañada real de Castilla.

Pasada la ruina de la vieja casa de postas llamada “del Cigró”, a unos 500 metros, llegamos a una rotonda bastante nueva en la que tomamos la calle Carril del Convento. El firme es nuevo (2022) y durante unos cuatro kilómetros en suave y cómodo ascenso nos lleva hasta una zona de masa forestal realmente bonita. Allí dejamos de pisar asfalto y el camino pasa a ser de tierra. Con las lluvias algunos charcos de consideración nos obligan a buscar paso alternativo a pocos metros del trazado.

En un kilómetro y medio, cuando llevamos ocho y medio desde el punto de inicio, estamos frente a la entrada del monasterio de San Jerónimo de Cotalba, fundado en el 1388. El cartel de la entrada promete una futura visita. En esta ocasión no teníamos concertada ninguna, pero el monumento seguro que lo merece. con este enlace podréis ser mas previsores de lo que nosotros fuimos y concertar una visita que, a la vista del vídeo, bien vale la pena hacer: http://turisteandoporgandia.com/monasterio-de-san-jeronimo-de-cotalba-visitas/
Desde la misma puerta se puede disfrutar de la hermosa vista de las tierras que seguro pertenecían al monasterio y que son de una riqueza y fertilidad enormes.

Retomamos la ruta y en dos kilómetros, pasando bajo el puente que cruza el río Vernissa, damos con la senda que nos hará rodear Rótova por el lado oeste. La senda es casi impracticable en algunos metros debido a la cantidad de hierba alta que la jalona, pero con cuidado se puede recorrer sin desmontar, aun llevando alforjas en la bicicleta.
Entramos en la población por la calle de Cervantes y justo al inicio veremos un corral a mano izquierda, en plena cuesta y curva, donde hay gallinas y una cabra. Bueno… y al menos tres jabalíes que podemos divisar a unos veinte metros, al fondo…
Buscamos la calle de San Vicente para salir del núcleo urbano en dirección sur.oeste buscando el camino de Borró, en dirección a Almiserà, antigua baronía, donde llegamos recorriendo cuatro kilómetros y medio.
Vale la pena desmontar allí y visitar el lavadero público, totalmente restaurado. Y seguro que también es interesante visitar la iglesia parroquial, con muros de piedra, pero la celebración de un entierro nos aconseja volver otro día.
(Por fin conocí el pueblo que tiene la calle donde viví mas de 18 años dedicada en la ciudad de Valoencia, barrio de Benicalap.)

Cruzamos de nuevo el río Vernissa por el puente de la carretera de Almiserà en dirección a la vecina población de Lloc Nou de Sant Jeroni.
Recorremos su calle Mayor en dirección oeste para afrontar una de las primeras subidas del recorrido: un kilómetro con trescientos metros en las que el escaso tráfico es de camiones articulados que transportan áridos destinados a la industria del azulejo.
Justo al pasar la puerta de las instalaciones de Verniprens nos desviamos a la derecha por una pista de cemento en ligero descenso. Y en doscientos metros, tendremos que localizar la flecha amarilla que nos indicará un giro a la izquierda por una pista de tierra.
Las recientes lluvias torrenciales habían hecho a fondo su “trabajo” en el firme y convino ir con extremo cuidado a la hora de dosificar la frenada. Mucha piedra suelta de buen tamaño y algo de tierra perfecta para besar el suelo.
En 300 metros, al cruzar de nuevo el río, este presenta agua en su cauce y debemos atravesarlo en marcha, pues no hay senda alternativa. Nada que no se pueda hacer con decisión, marcha corta y mirando mas al frente que a la rueda delantera.
Aun así, alguno conoció bien la temperatura del agua chopandose el pié…

Tres kilómetros mas tarde, en el que haga 22,5 de nuestra ruta, cruzamos el rio de Pinet por una serie de subidas junto a unas formaciones de piedra por las que el agua ha dejado sus formas durante muchos años. Son realmente interesantes.

A los tres kilómetros y media mas adelante entraremos en Luchente. Y tras subir pos su Avenida de Valencia unos centenares de metros, llegamos al restaurante l’Alter.
Hacemos parada, que ya es la una y media y la gusa aprieta. El menú diario, a menos de 10 euros con bebida y café, nos convence. Un buen arroz al horno, unos muslos de pollo asados con patatas y un corte de helado de turrón nos sirven para recuperarnos de la subida.
Si queréis acudir en fin de semana, mejor hacer reserva antes, pues es zona muy concurrida por ciclistas, senderistas y cazadores: https://www.facebook.com/restaurantalter/?utm_source=restaurantguru&utm_medium=referral

A escasos cien metros del bar coronamos la cima de nuestra ruta: 330 metros en los 26,7 kilómetros ya recorridos.

Iniciamos un descenso de cuatro kilómetros por la carretera CV-610, en buen estado y con algo de tráfico pero no demasiado, hasta entrar en Quatretonda tras atravesar el barranco de la Fuente. Cruzamos la población por la avenida del País Valenciano y salimos en dirección a Benigánim, donde llegamos en tres kilómetros de recorrido casi llano.
Abandonamos la población dejando la estación de RENFE a nuestra izquierda y retomamos la CV-612 en dirección al embalse de Bellús, cuya presa cruzamos tras 2,6 kilómetros.
Paramos allí para hacer algunas fotos tanto del lado del embalse como del lado bajo de la presa donde el canal de desagüe esta dejando salir un enorme chorro de agua.
Nada mas cruzar la presa, nos desviamos a la derecha para descender al lecho del río Albaida y seguir ahora en dirección norte dejando el núcleo urbano de Bellús a nuestra izquierda El camino, en perfecto estado, nos lleva a cruzar el río e iniciar allí un repecho que nos hará bajar de nuevo al cauce en pocos metros. Tras cruzar un plano en el que vemos varias autocaravanas de matrícula extranjera, iniciamos la que es la parte mas “técnica” de la ruta: la senda que nos llevará hasta la Cova Negra y finalmente, hasta Játiva.

Es un tramo para disfrutar. Estrecho en ocasiones, con mal firme en otras, pero con unas vistas sobre el río y las paredes de piedra que lo estrangulan en ocasiones y lo guían en otras que merecen disfrutarse.
Tras pasar junto a algunas zonas habilitadas para picnic llegamos a la cueva de la Pechina y luego a la mas conocida cueva Negra.
Se trata de unos refugios naturales abiertos de buenas dimensiones y en los que se pueden apreciar diferentes pinturas rupestres. En este enlace tenemos cumplida información del lugar. http://arqueologiaalicante.blogspot.com/2011/02/cova-negra-cuevas-de-la-petxina-cova.html

Seguimos la senda por la parte este de la peña Roja y la de los Cuatro vientos, dejando el núcleo de Genovés a nuestra derecha y comenzamos a recorrer los últimos 5 kilómetros de senda que los lleva hasta la carretera CV-645 de entrada a Játiva. Y tras dos kilómetros de callejeo por la ciudad llegamos a la estación de RENFE a las 18:25 h. donde tomaremos el convoy de camino a Valencia

En casi una hora, llegamos a Valencia de nuevo.

Notas:

-Tipo de bicicleta recomendada: trekking, gravel o bicicleta de montaña.
-Esta ruta la hicimos el martes 15 de noviembre de 2022. Nos encontramos con un día nublado hasta las 13 horas. Después, cielo azul con alguna nube suelta. Temperatura inusualmente suave para la época.
-Excepto algún tramo por carretera, el resto de la ruta es adecuada para rodar en familia con crío de al menos 14 años que tengan hábito de pedal y dispongan de bicicletas que no les exijan un esfuerzo excesivo.

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