Etapa 12 (Malleo-Aluminé)

Me despierto 6am, todo estaba en orden, desayuno y salgo. El día estaba horrible, a punto de llover, pero no tenia mas opción que seguir hasta Aluminé. O en todo caso llegar hasta Pilolil para refugiarme.
El paisaje hermoso, totalmente distinto a lo que venia viendo. Estaba en una zona de transición entre la pre cordillera y la estepa. Una zona mas rocosa y seca.
En esta parte, la ruta 23, arranca toda de ripio, por momentos bueno, por momentos malo. Pero lo que mas me preocupaba era el tiempo, aunque por suerte, al estar tormentoso no había demasiado viento.
Los 1ros 15km son muy duros, una subida empinada. Luego un premio de 10km en una bajada muy pronunciada, lo que la hace peligrosa por la velocidad que levanta la bici y la inestabilidad. Ir frenando todo el tiempo en el ripio serruchado te acalambra los dedos y las muñecas.
Luego vendrían 70km muy duros, todos en una leve subida, que igual te destrozan las piernas.
Llego a Pilolil y por suerte el día estaba mejorando, por lo que decido llegar como sea a Alumine.
En todo el dia nunca pare a alimentarme, pero siempre fui picando desde arriba de la bici. Frutas y barras de cereales que yo mismo había hecho en mi casa.
Eran las 14hs y ya hacia mucho tiempo que estaba arriba de la bici, cuando veo a lo lejos unos techos. Me fijo en el gps y no era Aluminé, pero si el cruce con la ruta 46, que a la derecha va a Zapala y a la Izquierda al Lago Quillen, el cual tenía pensado conocer, pero eran 35km desde el cruce y venia muerto.
Otra buena noticia era que en este cruce terminaba el ripio.
Toco pavimento y noto que la rueda trasera venia descentrada. Por lo que enseguida pienso, este ripio horrible me cortó algunos rayos.
Paro en un puesto de informes, con la escusa de averiguar distancias, aunque la idea era sentarme un ratito un una silla acolchada y con respaldo.
Me tenia un poco preocupado el problema de la bici. Junto fuerzas para desarmar la rueda y cambiar los rayos rotos, pero descubro que los rayos estaban todos sanos y que el problema era una rueda rota y no tenia rueda de repuesto.
Comienza a llover...
El problema era que la llanta me había abierto el talón de la cubierta, aunque aun no llegaba a verse la cámara, era solo cuestión de tiempo para terminarse de romper.
Decido invertir la ubicación de las cubiertas y ver si llegaba hasta Alumine.
Salgo mientras aun goteaba. La rueda delantera se movía como un 8.
Llego a Aluminé, de casualidad encuentro un hostal en un complejo que se hacia rafting. Era el único huésped, la gente del lugar de primera.
Era Sábado, comienza a llover y no iba a parar hasta al Lunes a la madrugada, por lo que aproveche para recuperarme, alimentarme y tratar de conseguir una cubierta para seguir viaje.
Uno de los chicos que trabajaba ahi, me iba a traer una que tenia en la casa que estaba por tirar a ver si me servía. Bingo! Me trajo una cubierta Kenda Japonesa, muy usada, pero con eso llegaba seguro hasta Zapala. Aunque no la coloqué, quería esperar que se terminara de romper la otra.