Duero 13. C. de Pavia-Oporto.12-5-19
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Trail stats
- Distance
- 35.75 mi
- Elevation gain
- 2,336 ft
- Technical difficulty
- Moderate
- Elevation loss
- 3,107 ft
- Max elevation
- 977 ft
- TrailRank
- 32
- Min elevation
- 193 ft
- Trail type
- One Way
- Time
- one day 46 minutes
- Coordinates
- 1497
- Uploaded
- May 20, 2019
- Recorded
- May 2019
near Sobrado de Paiva, Aveiro (Portugal)
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Itinerary description
Salimos de Castelo de Paiva por la N 224 hasta enlazar con la N 108 que será nuestra ruta hasta Oporto.
Hoy es domingo y parece que la circulación de coches es menos acusada, sin embargo la carretera es estrecha y sigue siendo peligrosa, yo prefiero ir detrás, un poco separado del grupo para evitar los coches que nos enciman sin miramientos. Por primera vez en muchos días hemos visto muchísimos ciclistas animosos, con bicis de ctra, que nos alegran la marcha. Por contra, también había muchas motos que nos producían nervios propios y por supuesto muchos ruídos que no encajan en el pedaleo.
Las empinadas laderas del Duero siguen siendo un espectáculo de vida y color, una maravilla de naturaleza, cada vez más densa en vegetación y poblamiento humano.
Cuando llegamos a Oporto tomamos un carril-bici que nos lleva hasta el final del espigón nuevo, con su faro. Al lado hay otro espigón, viejo, con otro faro abandonado.
Hemos llegado a nuestro destino final, sin novedad y el alojamiento es especial: el Eurostar Oporto en rua do Maestre Guilherne Camarinha 212.
Enhorabuena a todos mis compañeros !!!
Por supuesto el tiempo está mal. Llegamos pronto a Oporto. Comimos y por la tarde un buen paseo por la ciudad.
Hoy es domingo y parece que la circulación de coches es menos acusada, sin embargo la carretera es estrecha y sigue siendo peligrosa, yo prefiero ir detrás, un poco separado del grupo para evitar los coches que nos enciman sin miramientos. Por primera vez en muchos días hemos visto muchísimos ciclistas animosos, con bicis de ctra, que nos alegran la marcha. Por contra, también había muchas motos que nos producían nervios propios y por supuesto muchos ruídos que no encajan en el pedaleo.
Las empinadas laderas del Duero siguen siendo un espectáculo de vida y color, una maravilla de naturaleza, cada vez más densa en vegetación y poblamiento humano.
Cuando llegamos a Oporto tomamos un carril-bici que nos lleva hasta el final del espigón nuevo, con su faro. Al lado hay otro espigón, viejo, con otro faro abandonado.
Hemos llegado a nuestro destino final, sin novedad y el alojamiento es especial: el Eurostar Oporto en rua do Maestre Guilherne Camarinha 212.
Enhorabuena a todos mis compañeros !!!
Por supuesto el tiempo está mal. Llegamos pronto a Oporto. Comimos y por la tarde un buen paseo por la ciudad.
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