CNT GR113 Camino Natural del Tajo - Etapa 8 Santarem - Lisboa FIN DE TRAYECTO (Casa Rural Carlos, Barracas)

Etapa íntegra por carretera, salvo un par de coqueteos con el camino. Pero pasaba lo mismo del día anterior, no me ofrecía nada de especial, y tenía ganas GANAS, de llegar a Lisboa.

La salida de Santarem un poco liosa en el track por que me perdí.

Del albergue se puede salir mucho antes de la hora que te dicen. Está bastante completo, tiene su baño independiente mixto, y sus duchas independientes también mixtas, así como cocina y una cómoda litera con almohada y funda.

Poco que añadir. Mucha emoción y muy satisfecho.

La entrada a Lisboa se hace por un carril bici por el parque de las Naciones. Decidí que mi punto de llegada fuera el Castelo de San Jorge, dónde ya había estado, y me ofrecía las vistas que buscaba para la foto digna de enmarcar. Aunque a posteriori, encontré mejores encuadres.

En el apartado gastronómico, repito como es tradición las 3 veces que he estado en lisboa en un restaurante de carne a la piedra (Cabasas): naco a pedra (solomillo) que te lo sirven con patatas fritas. Vino de la casa. 17€. Me supo a gloria. Helado tradicional y algún pastelillo.

Apartado vuelta, importante e interesante. Tenía el avión para 3 días después de mi llegada, así que decidí dejar perder el avión (y también despreocuparme de cómo enviar la bici de vuelta a España). Bicigrino, Seur, ... no tienen puento de recogida en Lisboa, así que tendría que dejar la bici e indicarles dónde recogerla. Pero claro, sin quedarme en ningún sitio no era viable.

Como ya había estado dos veces más en Lisboa, y se avecinaba aún mayor ola de calor, sí, MAYOR, decidí volverme esa misma noche. Conocía -por que ya la había hecho- la alternativa de tren cama Lisboa-Chamartín (Madrid). Sale a las 21h hora local, y llega a Madrid sobre las 8:40h. Buscando, encontré un bus Avanza, hasta la estación Sur de Madrid, con salida a las 20:30h y llegada a Madrid a las 5:30h (formato exprés, 35€ + 10€ de suplemento de la bici). Yo pagué el suplemento pero me lo podría haber ahorrado perfectamente... Recomiendo la alternativa. La bici la empaqueté con papel film, desmontada, y en la bodega iba prácticamente sola.

A mi llegada a Madrid me busqué la vida para volver a valencia y la fortuna me sonrió con un chico que me dejó meter la bici en la furgoneta en blablacar y me llevó a Valencia, dónde cogí un cercanías hasta Sagunto, y repetí la etapa prólogo hasta Barracas.

VIAJE INOLVIDABLE. Me encantaría compartirlo con quién necesite ayuda e información.

Experiencia de 10.

Somos ciclistas. Afortunadamente, no nos gustan las cosas fáciles. Lo fácil es aburrido. Todo lo bueno se acaba, pero lo importante es tomar consciencia de lo bien que te lo has pasado. Y disfrutar, días después, redactando estas líneas. Jamás se me olvidará. Ya estoy pensando en el siguiente. Idolatro, admiro y envidio a gente con el perfil como Zinazti, un gurú, un jefazo. O Anibal. La bici te permite recorrer, descubrir, llegar a sitios dónde no lo hacen los peatones o los vehículos, la bici es el complemento perfecto para un viaje.

Te das cuenta que la hospitalidad, el corazón de la gente, es inversamente proporcional al tamaño de la población dónde habitan. España no sólo es Barcelona, Madrid, Valencia o Sevilla. España son sus pueblos, su gente, lo diferente del caracter de cada provincia, pero comúnmente, HOSPITALARIOS Y ABIERTOS. Tomemos consciencia de la despoblación rural, y de que España es España por sus pueblos.

La bici es una forma de vida, que pocos entienden, y una forma de viajar, que aún menos -ni incluso algunos ciclistas- entienden. Reconozco que ha habido momentos difíciles, pero son de los que, días después, más orgulloso estoy y recuerdo más visceralmente. Parte del reto (viaje) consistía en probarme, en autoretarme deportivamente o, mejor dicho, completar la parte deportiva del viaje (así como la paisajística, turística, social o gatronómica).

Si alguien lo lee, estoy a vuestra disposición siempre.