Cazorla haciendo la goma (E4)

Etapa preciosa.
Desde el Camping situado sólo un km. antes de Coto Ríos, seguimos por esa carretera, dirección Arroyo Frío pero, antes de llegar, cogemos un desvío a la izquierda a una piscifactoría. Un poco más adelante, la carreterita se convierte en pista, siguiendo siempre el curso del río Borosa, que es espectacular. El vallecito por el que discurre el río cada vez se hace más estrecho hasta que llegamos a la central eléctrica, donde se convierte en un anténtico cañón. A partir de aquí las vistas son espectaculares, con una docena de saltos de agua y pozas de película, pero también hay que decir que hay que sufrir un poco. Los chicos de la "Cazorla circular" dicen que estuvieron empujando la bici 45 min. A nosotros nos parecieron bastantes más. Llegamos al túnel un tanto exhaustos y cometimos una imprudencia que es mejor no relatar aquí. Importante: seguid por el túnel. Si no cabe la bici con las alforjas montadas: paciencia. Desmontadlas, pasad la bici, y, en un segundo viaje, las alforjas. Después vendrá otro túnel que, sin ser tan angosto, está encharcado. Si podéis auparos a la pared de la acequia y empujar la bici en esa posición, genial. Si os parece que habéis tardado mucho en recorrer este trozo (que serán, calculamos, unos 3 km.), pensad que nosotros tardamos 2 horas, jajaj. A pesar de todo, merece la pena.
Al otro lado de los túneles, enseguida aparecen las lagunas. A partir de ahí el camino ya es ciclable hasta el final. Siempre hacia arriba, hasta rozar los 1600 msm, pero no encontraréis ninguna rampa tan fuerte como algunas de las que ya habéis hecho. Una vez alcanzada esa altitud, volveréis a enganchar el camino del la primera etapa. Nosotros, en este caso, elegimos la variante "interior", la que no discurre junto al río Guadalentín, para ver otros parajes. Lo cierto es que acertamos en la elección, porque pudimos avistar un montón de ciervos.
Como el coche lo teníamos en Pozo Alcón, tuvimos que pedalear otros 5 km. extra. En total, unos 62, con casi 1300 metros de desnivel. Si le sumamos nuestra aventurilla en el cañón del Borosa, que se nos rompió una alforja y que nos acompañó la lluvia los últimos 20 km., la etapa se puede considerar como difícil.
Y sin embargo, como digo, preciosa.