Cañuelas - Uribelarrea - Zapiola - Las Heras

Abril 2022

Terminada la ola de calor, regresé a las salidas en bici. El plan era otro (ir para Villars/Plommer), pero la cancelación del Sarmiento (por accidente) me obligó a repetir lugares ya transitados, pero en otro orden y pudiendolos disfrutar un poco más.
De Cañuelas a Uribelarrea es un clásico por el Camino Panelo. Una recta que te inserta lentamente en el contexto rural. Una lástima que el "serrucho" se ha apoderado del camino, por lo cual se vuelve algo tedioso tener que estar maniobrando gran parte de los km hasta llegar a Uribelarrea. Antes de llegar a la plaza de Uribe, una breve detención en la escuela agrotécnica Don Bosco, un hermoso lugar donde se pueden comprar mermeladas, productos lácteos, chacinados, hecho por los propios estudiantes (o así dicen). Ya en la plaza de Uribe, un breve paseo circular, sin detenerme màs que 5 minutos. Uribelarrea es un pueblo exponente de lo que se llama turismo rural y básicamente es un buen lugar para comer/tomar algo, siempre y cuando sea la parte final de un recorrido en bici.
Al salir a la ruta, empecé a tener los signos del cansancio producto de la falta de actividad por varios meses. Un descanso al costado de la ruta (punto marcado) y continuo rumbo a Zapiola. El camino de tierra que conduce a Zapiola también se vuelve un poco tedioso, dado que hay varios pozos, con lo cual hay que tener paciencia para hacer este tramo, que más allà de lo mencionado no reviste ninguna otra dificultad. En este mismo camino, kilómetos de bolsas de harina esperando ser transportadas (si hubiese llevado un tupper...)
En Zapiola realmente se vuelve realidad la frase esa que dice que el tiempo se detiene. Un pueblo que parece un paraje, con una estación bien mantenida (actualmente sin servicio, por arrelgos de vías en el tramo hacia Lobos) y una plaza extensa, hermosa, con árboles de todo tipo. También hay una capilla muy bonita, en la cual, la vez anterior habìa hablado con el cura. Esta vez me tocó conversar con un vecino, charla en la cual intercambiamos dos sensaciones muy diferentes: Yo, valorando la paz del pueblo, el vecino lamentando que el pueblo "esté muerto".
Estuve un par de horas en la plaza (tiempo que no había podido destinar la anterior vez que visité Zapiola). Aproveché para alimentarme y tomar un refresco (hay un almacén en frente de la estacion de tren, única opcion siendo sábado 14hs), leer un poco, conversar con el vecino que se acercó, etc....Obviamente que invertir horas de manejo para ir únicamente a esta plaza, puede resultar un sin sentido, pero realmente recomiendo tener este sitio como punto de alguna salida aledaña y disfrutar de la paz que existe en este extenso predio (hay arcos de futbol también).
El camino a Las Heras fue bastante sufrible. No por el camino en sí, sino porque ahora sí se me vino encima todo el cansancio, algo de viento en contra, y el error de haber tenido una alimentaciòn poco saludable (el fiambre y el alcohol, me jugaron en contra para los ùltimos 18km). Pero llegué antes de que salga el tren y satisfecho de una salida que, en principio era más para tomar ritmo nomás, pero que me regaló lindos momentos.