Azul - Ariel - Campodonico - Tapalque - Altona - Uballes

Vuelta a Azul para iniciar las salidas con alforjas de la temporada 2023/24. El finde me ofrecia la oportunidad para probar un cambio en la configuración y equipamiento de la bici y sobre todo, para disfrutar de lo que más me gusta: rodar y acampar, esta combinación es ideal para conectar con la naturaleza y desconectar de la rutina. El primer día fue un desafío pues tuve que enfrentarme a un viento en contra durante casi todo el trayecto de 90 km. Fue una jornada extenuante, pero también gratificante. Antes de llegar a San Gervasio, pasé por Ariel, otra estación del "provincial" que añadí a mi lista de visitadas. Luego, una recta interminable me llevó hasta la Estación Campodonico, donde exploré, a pesar de ya haberla visitado, con la curiosidad de la primera vez. En San Gervasio, abandoné por un rato la rigidez y austeridad que suelo practicar cuando estoy en viaje, me detuve a saborear una picadita y un cinzano...el parate permitió charlar con otros visitantes, como el que me recomendo un "churrito" para olvidarme la dureza de estas jonadas! jaja, ante la atencion que despierta la llegada de un tipo raro en una bici cargadisima, suelo contar que el cicloturista tiene una pasión inexplicable, que a pesar del sufrimiento y el cansancio, siempre quiere seguir adelante y repetir la experiencia. Desde allí, tomé la ruta 50, que me ofreció un poco de alivio al cambiar la dirección del viento. Al caer la tarde, llegué a Tapalqué, una ciudad encantadora que me recibió con los brazos abiertos por segunda vez. Noté más movimiento que la última vez, quizás por el fin de semana largo o por las nuevas termas. Armé mi carpa en el camping y me preparé unos fideos con atún para cenar y a dormir!. ¡Fue un día perfecto!.

Desperté a las 6 AM frente al arroyo Tapalqué, un poco de contemplacion y unos mates para luego subirme a la bici y seguir recorriendo nuevos destinos ya, dando la vuelta hacia Azul pero por otro lado. Aproveché el viento a favor que me llevó desde la estación de Tapalqué hasta Altona y luego, Crotto. Me sorprendió la belleza y el orden de este último pueblo, ¡un ejemplo a seguir!. Luego tomé un desvío para visitar Uballes, otra joya del patrimonio del "provincial".
Por la tarde llegué a Azul, una ciudad que me fascina por su arquitectura, no me canso de admirar sus casonas y chalets magníficos y bien cuidados. Incluso volví a pasar por el cementerio, que también tiene su encanto. El recorrido terminó en el camping municipal de Azul, donde pude descansar y disfrutar de los recuerdos de otro fin de semana espectacular.

¿Te animas a vivir esta aventura? ¡Te espero en mi próximo viaje!