AMA - Alzira, La Murta i la Font de la Garrofera

¡Vuelven las rutas de AMA y Rodamons! Esta vez tuvimos la oportunidad de conocer los paisajes alcireños de La Murta y la Font de la Garrofera durante un día espectacular.

Tras un viaje en cercanías en los que nos reencontramos con viejos amigos, y en el que Renfe tuvo la delicadeza de negarnos el descuento de grupo, llegamos a Alzira. Para no perder las buenas costumbres, nos fuimos a un bar a tomarnos algo para entrar en calor mientras llegaban los últimos rezagados. Cuando llegaron por fin todos, salimos a recorrer las sorpresas que Migue había planificado durante los cuarenta kilómetros de recorrido.

Lo primero fue cruzar el Xúquer por el Pont de ferro, para poder seguir el carril bici adosado a la CV-50. Afortunadamente pronto salimos de allí para tomar una senda con algo de barro debido a la llúvia del día anterior. Tras cruzar de nuevo la CV-50, esta vez por debajo de un puente, saldremos de la senda. A partir de aquí ya no habrán más sendas a lo largo del día.

Dejando a nuestra izquierda un polígono industrial tomaremos una pista que no dejaremos hasta llegar a la fuente, donde almorzaremos. Cometimos la imprudencia de entrar al paraje haciendo caso omiso al cartel que nos obligaba a tener permiso expreso del alcalde para entrar, pero como encontramos las puertas abiertas, pensamos que era más fácil pedir perdón que pedir permiso.

Aunque se pidió llevar almuerzo y comida, hubo gente que pensó que en mitad de la montaña igual había un bar abierto. ¡Y tenían razón! Así que tras salir del paraje de la Garrofera nos fuimos a re-almorzar y tomarnos una cerveza. Hay que contenerse, porque de tomarse una cerveza a pedir ronda de cubatas hay una pequeña línea.

El siguiente destino requiere volver sobre nuestras pedaladas hasta casi la entrada a Alzira y tomar la empinada calle Travessa, donde nos encontraremos con la abandonada fábrica de Avidesa. A continuación llegaremos a un pequeño repecho desde el cual rodaremos una bajada enorme que nos conducirá directos al paraje de La Murta i la Casella.

Este lugar no es de entrada libre. Aunque entrar es gratuíto, tiene horarios de visita. Además sólo se puede entrar a pie, pero hay multitud de aparcabicis a la entrada, donde una simpática agente forestal está al tanto de la situación.

Tras una visita al monasterio Jerónimo y comer al lado de las balsas de riego, tomaremos de nuevo el camino hasta Alzira por otro camino distino. Desafortunadamente, debido a un pinchazo no pudo volver todo el grupo en el mismo tren.