1001 parks of Copenhague

De visita en la cuna del ciclismo urbano, la magnífica ciudad de Copenhagen, @zarangolla y un servidor quisimos conocer la urbe y sus alrededores sobre las dos ruedas. No podía ser de otra manera!

Alojados muy cerquita del centro de la ciudad (aunque la verdad en bicicleta está todo muy cerca), tomamos dirección noreste para ir a buscar la costa. Nada más salir tres parques, dos pequeños (Hans Tavsens Park y Nørrebroparken) y uno de los más grandes de la cuidad (Assistens Cemetery). Este último, como su nombre indica es un cementerio. Algo muy particular de las sociedades del norte donde tiene un vínculo con la muerte mucho más cercano, permiten la entrada en los cementerios, y no solo eso, sino que los conviertes en parques muy agradables donde parar a descansar (valga la redundancia...).

Bordeamos el Assistens Cemetery por el norte y vamos en dirección a la nueva zona universitaria. Pasamos por el exterior del Fælledparken, parque que a la vuelta cruzaremos, y en la siguiente gran avenida ya tomamos claramente dirección norte.

Poco a poco vamos acercándonos al mar, atravesando zonas residenciales y comerciales. Nuestro objetivo es llegar hasta Eremitagesletten, un lugar idílico donde hay numerosa fauna viviendo en semi-libertad.

Situado a la nuestra izquierda, pasamos al lado de un pequeño parque llamado Øregårdsparken, y pocos metras más adelante cruzamos por en medio otra zona verde de algo mayor tamaño (Charlottenlund Beach Park). Es a partir de esta zona cuando la mar nos saluda.

El recorrido se vuelve algo más quebrado... lo que permite la llanísima orografía danesa. Esto es la señal que nos encontramos en la entrada sureste del Eremitagesletten, justo donde hay otro pequeño parque marino llamado Bellevue Strandbad. Seguimos un poco más para relajarnos en otro parque, no sin antes atravesar la bonita localidad de Taarbæk (muy similar a los pequeños pueblos pesqueros de la costa norte catalana).

Un kilómetro más al norte encontramos una de las múltiples entradas al parque. Ya desde el inicio es espectacular, con una vegetación muy abundante y muy variada en función de la distancia al mar y la humedad del terreno (donde hay algunos pequeños lagos que cambian la flora). Os recomiendo perderos, dejaros llevar, ver, descubrir los numerosos caminos que hay en el Eremitagesletten para ver todo lo que podáis de este gran parque...

Nosotros tomamos dirección sur, luego oeste, y de nuevo sur pasando al lado del campo de gol (aquí si que los pueden hacer), viendo The Hermitage Palace del S. XVIII, un campo lleno de animales "salvajes" retozando al sol...

Hay un bonito hayedo en el oeste, el cual os recomiendo visitar, y aunque es primavera (casi invierno por estas latitudes) es muy bonito ver ese verde "radioactivo" en el bosque. Poco a poco iremos girando hacia el este para acercarnos a ver el parque de atracciones Bakken. Olía a caramelo y perritos calientes...

Tomamos ya el camino de vuelta hacia Copenhague no sin ir en busca de nuevas zonas verdes, como la situada a pocos kilómetros del Eremitagesletten, el Bernstorff Slotshave. Atravesaremos una gran zona residencial: casitas, verde, carril bici... esa es la tónica de esta ciudad. A nuestra izquierda dejamos, embebido en la trama urbana, otro cementerio (Hellerup Cemetry) antes de cruzar la autovía y entrar en la ciudad, no sin antes echar un vistazo a nuestra izquierda para ver el lago Emdrup.

De nuevo en el entramado urbano vamos disfrutando de los pequeños y grandes parques de la ciudad. El primero que vimos, y que pasamos de largo a la ida, es el de Fælledparken. Giramos para pasar de refilón el Amor Park, cruzar los lagos Soerne y Sortedams y volver a girar para ir en paralelo en esta zona de lagos artificiales que hay en medio de la ciudad. En el Ørstedsparken volvemos a girar para tomar dirección este e ir a buscar la famosa estatua de la Sirenita.

Pasamos entre el Botanisk Have y el Kogens Have, y pegado a estos el Østre Anlæg y un poco más alejados otros dos cementerios, el Holmens Cemetery y el Garnison Cemetry (¿¡cuánta gente muere aquí!?). Justo pegado a todo este conjunto de parques, la fortaleza de la ciudad: Kastellet.

Vistamos la famosa estatua de la Sirenita que nos queda al lado (del estilo Mona Lisa, mucho nombre y luego es...). Nos perdemos por el centro, cruzamos la marina más famosa de Copenhague para ir a la isla, también famosa, donde se encuentra Christiania. Zona de contrastes y donde no está permitido hacer fotos... Casi 50 kilómetros de ruta que nos dejaron agotados, pero no podíamos acabar sin visitar el parque más famoso de la ciudad: el Tivoli.

Lo más sorprendente de esta ciudad es que parece que ha sido creada alrededor de un carril bici. Excepto pocas calles del centro de la cuidad, todas presentan como mínimo un carril bici por donde transitar tranquilamente... bueno, salvo los ciclomotores que también pueden hacerlo por allí.