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Alta Ruta Palentina (Etapa 1: Brañosera - Los Cuéneres)

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Trail stats

Distance
13.92 mi
Elevation gain
4,475 ft
Technical difficulty
Moderate
Elevation loss
3,822 ft
Max elevation
6,982 ft
TrailRank 
25
Min elevation
4,035 ft
Trail type
One Way
Coordinates
141
Uploaded
March 17, 2015
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near Brañosera, Castilla y León (España)

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Itinerary description

Alta Ruta Palentina con Esquis de Montaña Etapa 1. Brañosera - Los Cuéneres

La Alta Ruta Palentina con esquís de montaña. Una gran aventura a la puerta de casa.

Todos los esquiadores de montaña soñamos continuamente con esas condiciones perfectas de cantidad y calidad de nieve que permitan realizar rutas y descensos soñados. Por desgracia, para los que solemos desarrollar nuestra actividad en la Cordillera Cantábrica, esas condiciones perfectas suelen ser muy poco frecuentes. Pero cuando la magia del invierno hace de las suyas y las borrascas pintan de blanco las cumbres cantábricas, llega el momento de hacer realidad sobre la nieve todos los sueños que habitan en nuestras cabezas.

La Alta Ruta Cantábrica

Siempre me ha rondado y, de momento, me sigue rondando la cabeza hacer la travesía de la Cordillera Cantábrica de una punta a otra, la Alta Ruta Cantábrica, recorriendo todos los macizos que la forman e intentando seguir la línea más cercana posible a la divisoria de aguas entre la vertiente castellana y la cantábrica. Por ello, he pasado, y sigo pasando, muchas horas mirando mapas e imaginando cual puede ser el mejor recorrido para disfrutar de estas montañas. Y, lo mejor de todo, he pasado muchas horas recorriendo los posibles itinerarios para descubrir todos los rincones mágicos que nos ofrece esta ruta de gran recorrido tanto sin nieve como con ella. Esta gran travesía es apetecible en cualquier época del año, pero es en época invernal y con esquís en los pies cuando más espectacular me parece y cuando más me apetecería recorrerla. Algún día…

El invierno de la temporada 2005/2006 fue uno de esos de los que hacen soñar y disfrutar, uno de esos que suelen poner nerviosos a los amantes de la nieve porque faltan días para todas las actividades que se quieren realizar, uno de esos INVIERNOS “de verdad” que tanto deseamos los apasionados del esquí de montaña. El blanco elemento se presentó en grandes cantidades cubriendo las cumbres homogeneamente desde los 1.200 metros de altura, lo cual permitía recorrer toda la divisoria de aguas cantábricas sin descalzarse los esquís en ningún momento. Era el momento soñado para intentar descubrir los secretos de la Cordillera Cantábrica invernal.

Así pues, en el mes de enero del 2006, con unas condiciones de nieve espectaculares para practicar el esquí de montaña, decidimos lanzarnos a hacer varias exploraciones del sector oriental de la Cordillera Cantábrica. Fueron tres pequeñas travesías de tres días de duración que nos permitieron conocer los posibles recorridos entre Brañosera, en el macizo de Peña Labra / Alto Campóo, ubicado entre Palencia y Cantabria, y el Puerto de San Isidro, paso natural entre León y Asturias.

La Alta Ruta Palentina

La primera aventura nos llevó desde la Abadía de Lebanza, en la Pernía palentina, hasta la localidad leonesa de Casasuertes situada en la falda meridional del Macizo del Gildar, atravesando los Macizos de Fuentes Carrionas y el Coriscao. Nos debió gustar tanto la experiencia que la semana siguiente nos presentabamos en la localidad leonesa de Retuerto, puerta este del Macizo de Peña Ten, para recorrer en otros tres días el tramo de Cordillera que nos separaba del Puerto de San Isidro, divisoria provincial situada entre las Sierras de Valverde y del Ajo. La siguiente aventura, por lógica, nos debería haber llevado a continuar hacia el oeste desde el Puerto de San Isidro, pero no fue así, porque se cruzó en nuestro camino la idea de recorrer todo el norte de la provincia de Palencia desde Brañosera hasta Cardaño de Arriba en lo que sería nuestra Alta Ruta Palentina.

El gran culpable de que surgiese esta actividad fue mi buen amigo Alejandro Díez Riol. Bueno, esta y muchas otras que se me antojaban a medida que iba leyendo todos las aventuras y desventuras de este pionero del montañismo palentino relatadas en sus escritos y libros, en especial en su “Historia del Montañismo Palentino”, donde sus proyectos de travesías por las montañas palentinas dieron lugar a que nos lanzaramos a recorrer nuestra particular Alta Ruta Palentina. Estaré eternamente agradecido a Alejandro por el precioso legado que nos regaló a todos los montañeros que quedamos atrapados por sus relatos.

En su día escribí esto en un foro de montaña donde publiqué nuestra actividad: “... esta ruta quisiera dedicarsela especialmente a Alejandro Díez Riol... quizá, si no hubiera sido por sus libros sobre la Montaña Palentina esta actividad no hubiera visto la luz..... sus proyectos de travesías por las montañas y sus ideas plasmadas en sus escritos son las grandes culpables de que nos lanzaramos a esta aventura y por todo ello mi más sincero agradecimiento al pionero y precursor del montañismo en Palencia... ¡Alejandro!... ¡GRACIAS!” y, ocho años después, creo que se puede apreciar que sigo pensando exactamente lo mismo, o más, si eso es posible.

Para esta aventura se dejaron engañar mis buenos amigos Santi y Alberto, además de Javi que nos acompañaría en la primera etapa. Con Javi y Santi tengo la suerte de poder seguir coincidiendo y charlar sobre esta y otras aventuras, pero a Alberto tuvimos la mala fortuna de perderlo hace ya unos años en un accidente mientras escalaba en el Espigüete. De las travesías que hicimos aquel año preparé un pequeño audiovisual para una muestra de documentales de montaña que organizaron en Palencia unos amigos. La frase que terminaba la proyección decía:

“Quizá, algún día llegaré al lugar donde se acaban las montañas y miraré hacia atrás. Seguramente no recordaré los nombres de todas las montañas. Pero lo que si sabré con toda seguridad es que mientras subía a sus cumbres pasé muy buenos momentos. Nunca os olvidéis de los buenos momentos, porque las montañas se pueden subir muchas veces, pero los buenos momentos solo pasan una vez y eso los hace irrepetibles”

En aquella época no dejaba de ser más que un guiño poético al “carpe diem” montañero, pero a día de hoy, un escalofrío me recorre cada vez que la escucho, y es que, cuanto se echa de menos a los amigos que ya no están… va por ti Alberto!

Cumpliendo un sueño

Día 7 de Febrero del 2006.

Y llegó el día de soñar despiertos. En la primera etapa partimos de Brañosera (1.200 mts.) por una pista que, hacia el norte por el Valle del Arroyo de Canal, se interna en la falda meridional de la Sierra de Peña Labra. Atravesamos un precioso bosque que va desapareciendo a medida que ganamos altura. Un par de kilómetros después de salir de Brañosera el valle gira hacia el noroeste para afrontar las tendidas rampas que nos llevarán al Collado Sestil. Según subimos intentando coger ritmo bajo el enorme peso de nuestros repletos macutos es imposible no mirar hacia el triste espectáculo que ofrece el abandonado y semiderruido Refugio de montaña “El Golobar”. No se a quién, pero a alguno se le debería caer la cara de vergüenza por la aberración que supone tener esta construcción en este estado. O se arregla y se utiliza o se derriba y se recupera la zona, pero tenerlo así es una vergüenza para quien sea responsable de este despropósito. En fin, con paso cansino y dándole vueltas a este asunto y alguno más, llegamos al collado que comunica las comarcas palentinas de La Braña, al sur, y La Pernía al norte, el Sestil. Un pequeño descenso siguiendo el cordal hacia el noroeste nos lleva hasta el enorme Collado del Sel de la Fuente. Desde allí comenzamos la ascensión a lo que será el “techo de la jornada”, la cumbre del Cotomañinos (2.144 mts.). Un día soleado precioso con una visibilidad perfecta nos deja disfrutar en todo su esplendor de las cumbres cercanas del Macizo de Fuentes Carrionas y los Picos de Europa y otras más lejanas como el Castro Valnera y el San Lorenzo, que se divisa perfectamente a pesar de encontrarse a casi 150 kilómetros de distancia en tierras riojanas. Superada la cota más alta de la jornada un breve descenso nos lleva a volver a poner las pieles de foca bajo los cortados del Cuchillón. Ahora nuestras huellas se dirigen hacia un pequeño colladín en la cara sur del Pico Tres Mares atravesando un precioso paraje sembrado de enormes bloques desprendidos de las abruptas paredes de las cumbres que nos dominan. Desde el colladín situado en la cara sur del Crestón a más de 2.000 metros de altura haremos un largo descenso atravesando todas las laderas de Portogaliz y la falda sur de Peña Labra para llegar con las últimas luces al Puerto de Piedrasluengas. Hemos atravesado todo el Macizo de Peña Labra / Alto Campóo, pero todavía nos falta encontrar un sitio para cobijarnos y dormir esta noche. Así que, desde el Puerto de Piedrasluengas tomamos una pista que en unos tres kilómetros en dirección oeste nos llevará hasta la majada de Los Cuéneres (1.450 mts.) al pie de la Peña Ciquera. El recorrido iluminados por la luna llena atravesando un precioso bosquecillo es un broche de oro a esta bonita jornada. Bueno, eso, y la alegría de encontrar un chozo muy acogedor y con la puerta abierta para pasar una buena noche y recuperarnos para la etapa de mañana.

En números hemos estado foqueando/esquiando 9 horas, hemos recorrido unos 24 kilómetros, con 1.500 metros de desnivel positivo y 1.300 metros de negativo y la dificultad de la ruta se puede valorar como BE (Buen Esquiador) S3 y 30º de pendiente máxima.

Hay posibilidad de hacer la actividad en más o menos jornadas, cambiar la ruta y elegir variantes de mayor o menor dificultad, pero, en esta ocasión, este fue el recorrido que nos pareció más bonito y lógico. El hecho de no contar con refugios guardados a lo largo de la ruta nos obligará a ser totalmente autónomos en lo que a comida y abrigo se refiere. Además, es muy importante tener un buen nivel de esquí y conocimientos y material de alpinismo por si las condiciones de nieve no fueran todo lo buenas que se esperaba. Tenemos unas montañas ideales para practicar el esquí de montaña y las travesías de varias jornadas. Pero no deberemos bajar la guardia pensando que el terreno es “fácil”, pues como decía Luis Alejos en su libro Alta Montaña Ibérica: “las apacibles laderas de vacas se pueden convertir en invierno en peligrosas pendientes de hielo”. Deberemos estar preparados para realizar un eventual rescate en avalanchas, para lo que sería interesante que fueramos equipados con arva, pala y sonda todos los miembros del grupo. Si conseguimos reunir todos estos requisitos disfrutaremos de una de las Altas Rutas con esquís más espectaculares y exigentes que se puedan realizar en la Cordillera Cantábrica. ¡Que la disfrutéis a esgalla! ;)

¿Qué?, ¿se anima alguien a hacer la Alta Ruta Cantábrica? ;)

Ficha Técnica

Punto de Partida: Brañosera (Palencia)
Punto de Llegada: Cardaño de Arriba (Palencia)
Distancia: 62 kilómetros aprox.
Desnivel positivo: + 4.000 metros aprox.
Desnivel negativo: - 4.000 metros aprox.
Duración estimada: 25 horas de actividad
Dificultad global: MBEA S4 40º máx.

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